Escuela

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Entonces los días pasaban, y los dos chicos siempre estaban juntos, como sus amigos les habían dicho, parecían uña y mugre, era evidente que los dos estuvieran juntos. Aunque había quienes no estaban de acuerdo con su relación, sabía que no podían hacer nada contra ellos―. Miran Wally y Kuki vienen tomados de la mano. ―exclamó algún compañero suyo al verlos juntos, a Wally esto no le importaba para nada, solo le importaba lo que Kuki hiciera o dijera, aunque no era normal en el güero Torres, era como si hubiera madurado para dejar de hacer ese tipo de tontería como lo eran peleas sin sentido, ofender a las niñas, hacer comentarios estúpidos a los demás, era mejor solo seguir su camino tomando la mano de la chica que más amaba. Entonces los dos se dieron cuenta de que cierto grupo de chicos los estaban vigilando.

―Muchas felicidades Kuki y Güero, espero que sean una pareja muy feliz ―dijeron los de la otra cuadra.

―¿Eh? ¿gracias? ―respondieron los dos confundidos.

Los dos sabían que los de la otra cuadra tenían algo en mente.con el fin de atacarlos, Wally siguió con su camino, estaba feliz de saber que todo esto no era un mal sueño, pero tenía que mantener vigilados a los de la otra cuadra por si acaso ellos llegaban a tramar algo contra los niños o contra los chicos del barrio, por el momento decidió salir seguir con su camino. Entonces siguió con su camino Kuki fue a su salón como costumbre, pues, estar en la escuela como niños era su deber, pero en las sombras donde nadie los supervisa eran agentes de los chicos del barrio. la campana sonó y todos ellos tenían que estar en clases. Pasaron las horas y era hora del descanso, ellos estaban en el turno de la mañana, por la tarde podían estar en alguna misión por excelencia, aunque no era algo nuevo hacer esto, era posible que algún adulto estuviera haciendo cosas que no debía hacer. Por el momento solo tenía que salir al descanso que le brindaban a todos los niños que estaban en la escuela.

―Hola, Güero ―saludaron los de la otra cuadra.

―¿Qué quieren de mí? ―Preguntó Wallabee mostrando su puno.

―Oh, tranquilo, Wally, no hemos venido a hacerte nada, solo a felicitarte por tu noviazgo con Kuki, espero que seas muy feliz por esto ―dijeron los de la otra cuadra.

Esto al Güero no le gustó para nada, pues esto era algo que se suponía que era bueno, sin embargo, viniendo de los de la otra cuadra era algo que traía mala espina, pero era mejor dejarlo ahí, no quería ir a detención por culpa de esos insolentes. Wally cerró su boca para que nada saliera mal, era mejor dejarlo así para no causar problemas en la escuela.

―Gracias. ―Solo se limitó a responder a sus palabras, pero no dijo más.

―Es un placer ―le respondieron.

Tanto el chico rubio como los niños del demonio tomaron caminos separados para no verse, a pesar de que los de la otra cuadra eran unos niños insolentes, era sabido por todos que ellos siempre tenían un plan para salirse con la suya, aunque no siempre tenían éxito con esto, era posible que su plan saliera mal como cada ocasión.

―Hola Kuki, ¿Cómo estás? ―Saludaron.

―Oh, hola, chicos, jejeje, ¿Qué hacen? ―saludo para interrogarlos.

―Estamos aquí visitando una vieja amiga, la cual, ahora tiene novio ―le respondieron.

―Bueno, es un gusto verlos, aunque siento que no vienen solo por eso ―respondió Kuki.

―Oh, vemos que eres muy lista, no queremos felicitarte por tu noviazgo con güero ―comentaron.

―Gracias por sus felicitaciones ―dijo Kuki con alegría de verlos.

―Es un placer ―dijeron ellos.

―Bien, nos vemos chicos ―dijo la chica para retirarse.

―Si, Kuki, luego nos veremos ―respondieron ellos sonriendo maliciosamente para irse.

―¿Eh? ―La chica se dio la vuelta para ver que los de la otra cuadra ya no se encontraban ahí, eso se le hizo extraño, pero siguió su camino hasta donde su novio estaba, aunque sus caminos no era relativamente el mismo, los dos se encontraron para seguir su camino.

―Hola... ¿mi princesa? ―saludo Wally con una sonrisa nerviosa.

―Jejeje, Hola mi amor, vengo a verte, ¿qué tal estuvo tu día? ―preguntó Kuki cálida.

―Bueno, creo que no volveré a escapar de clases aunque quiera, no puedo...

―¿Por qué lo dices? ―preguntó Kuki interrumpiendo a su novio.

―Bueno. ―el chico se sonrojó por lo que iba a decir, pero sabía que valdría la pena―. Porque mi novia está aquí y no pienso perder ni un minuto lejos de ella. 

Kuki no lo podía creer su novio estaba hablando con total sinceridad, le era agradable hablar con él, y así sería durante todo el tiempo de descanso que se les proporcionaba para jugar y comer.

―Gracias Wally, eres muy dulce ―le respondió para darle un beso en su mejilla.

Los dos se dieron de las manos para caminar juntos durante el tiempo de descanso que tenían, pero sabían que pronto se volverían a juntar sus manos al salir de la escuela, la campana sonó informando a todos los niños que tenían que volver a sus salones para retomar sus clases, clases que los sistematizan para así tenerlos listos para trabajar largas horas de jornadas laborales, Wallabee Bestles estaba "prestando atención" a la clase se su profesora, cosa que no era normal en él, en cambio, estaba en su mente, pensando en Kuki hasta que...

―Señor Beatles, señor Beatles, ¡SEÑOR BEATLES! ―gritó la profesora.

―¡Ah! ―Wally cayó de su asiento haciendo que todos sus compañeros se rieran por eso.

―Vaya, vaya, vaya, alguien finge prestarme su atención y ni siquiera estar en la clase, pero bueno, quiero que pase a resolver el siguiente ejercicio ―dijo la profesora.

Wally se levantó del suelo para ir a la prueba que tenía la profesora, aunque no tenía ni idea de lo que iba a hacer Wally hizo lo que pudo, pero la profesora estaba esperando a ver la respuesta de Wallabee, aunque en la pizarra estaba la pregunta cuánto es ¿22 x 44 - 3? Wally no tenía ni idea de lo que tenía que poner, Wally solo puso un número a la sar 965 un número que a todos los dejó boquiabiertos. la profesora le pidió que regresara a su asiento y que pusiera atención.

Un Güero EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora