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Después de ese beso todo se volvió color de rosa. No lo conversaron, pero quedó implicado qué tenían sentimientos el uno por el otro, quizá mucho antes de encontrarse en esa isla.

2D había despertado más tranquilo que con anterioridad, ignorando el desastre de playa donde vivía y todo lo que implicaba encontrarse en el medio del mar; tan solo pensaba que su vida y la de Murdoc porfin se habían cruzado para bien en un buen aunque inesperado rumbo.

Murdoc estaba parado enfrente de una ventana, observando el océano detalladamente, perdido en su mente. Stu pensó que seria buena idea abrazarlo por detrás, y lo hizo.

—¿Q-qué haces?— Preguntó Murdoc confundido, y 2D pudo notar un aire de incomodidad qué también lo desconcertó, deshaciendo el abrazo.

—Uhm, solo- te abracé

—Sí, pero ¿Por qué?— preguntó Murdoc con un tono extraño qué 2D no sabía si interpretar como sorpresa o descontento.

—¿Perdón...?— Solo pudo responder. Realmente no entendía porque Murdoc reaccionó así. Su día se sentía pesado e incómodo de nuevo, como cuando recién llegó.

—No, yo...— Murdoc se rascó la cabeza, consciente de que la había cagado —Perdoname a mi, me tomo por sorpresa, es todo— explicó, abrazando a 2D, quién solo recibió el abrazo tratando de procesar qué estaba pasando.

El día continuó así, y Stu no pudo evitar notar que cuando él era el de la intención de acercarse, Murdoc se alejaba. Lo que sea que fuese la relación que estuvieran tratando de construir en esos momentos, solo avanzaba a los pasos de Murdoc, y Stu tenía que estar pendiente a seguir el ritmo que este deseara tomar.

Su subconsciente le decía a gritos que algo no estaba bien, pero se estaba dejando ahogar en la fantasía de un romance qué tanto empezó a necesitar, así que hacía caso omiso a sus propias advertencias. Murdoc porfin estaba intentando ser mejor con él, estaban llegando a algo satisfactorio para los dos, ¿qué daño podría provocarle eso?

Ahora él y el pelinegro se encontraban recostados juntos en la habitación del moreno, en posición de cucharita. Stu no podía negar que se sentía muy extraño estar así de juntos, pero para nada mal. Murdoc lo pegó más a él, se dejó llevar y antes de darse cuenta ya se estaban besando una vez más.

El beso empezó tranquilo, pero Stu lo volvió necesitado y Murdoc no quería acortarlo. Para estar más cómodo mientras de besaban Murdoc se subió encima del peliazul; tomando su cabeza haciéndolo más y más íntimo. El pelinegro no lo pensó dos veces y se quitó la camiseta, sorprendiendo a Stu por lo rápido que escaló el asunto y antes de si quiera preguntar, Murdoc ya se encontraba tirando de la camisa del chico.

Se dejó llevar de nuevo, no había vuelta atrás para él, por lo que simplemente se dejó besar y toquetear donde fuera. Murdoc lo fue desvistiendo, y cuando comenzó a morderle el cuello le sacó unos cuantos suspiros entrecortados a 2D, quién lo abrazó con delicadeza por la espalda mientras su cuello era atacado ferozmente por los afilados colmillos del moreno.

—Murdoc...— llamo entre suspiros. Este solo sé sentó, aún encima de él y lo vio para acercarse nuevamente y besarlo suavemente. Ante tal acto de cariño Stu no pensó mucho y lo volvió a abrazar desde su posición —Te amo...— le dijo en el oído susurrando. Sintió a Murdoc tenso, esperó una respuesta pero solo recibió más mordidas en su cuello, aún más desesperadas.

Y con esa sensación amarga, no se rindió, cada suspiró y pequeño hipido qué Murdoc le sacaba le quería brindar cariño, pero este no reaccionaba y continuaba solo concentrado en lo carnal. Se sintió ofendido y utilizado, más sin embargo no se negó a nada.

Plastic [2Doc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora