Veinticuatro

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CAPÍTULO VEINTICUATRO: CONSECUENCIAS 

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CAPÍTULO VEINTICUATRO: CONSECUENCIAS 

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No hay forma de explicar lo que sentía Willow. 

Era horrible sentirse culpable por sentirse extremadamente aliviada... incluso emocionada. 

Después de verse con Remus —lo cual se había limitado en unos cuantos minutos en silencio observando a la nada—, al volver del dormitorio de pronto todo había cambiado y lo que había resultado ser un desafío, su cabeza no dejaba de doler y pensar si estaba bien o mal o si debía sentirse bien o mal... hubiera agradecido poder procesar cualquier maldita cosa. 

Llegó al dormitorio divagando y después despertó, pero no supo si para bien o para mal —como todo lo que estaba pasando—, las cosas estaban demasiado confusas.

Adeline la miró muy seria en cuanto entró, Willow no lo entendió de inmediato, pero después se dio cuenta de que las cosas de Jane no estaban por ningún lado.

Congelada sólo pudo preguntar:

—¿Qué sucede?

—Se fue, Will —murmuró Adeline—. Me pidió que te dijera que no cree poder soportar más tiempo. Se siente mal por no ser capaz de decírtelo en persona, pero ahora se quiere sentir bien. 

WILLOW; remus lupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora