Más allá de la muerte... shinobu x Tomioka

5. El sacrificio

Pasó un tiempo, y no volví a saber nada de Shinobu. Hasta un jueves, que el patrón nos convocó. El patrón solía hacer pocas reuniones. Todos los pilares llegamos (menos Obanai y Mitsuri, que no habían podido venir), y vi a Shinobu. Quería decirle algo, pero sentía que de momento era lo mejor no decirle nada. La reunión fue normal, nada importante. Cuando acabó, todos los pilares que quedábamos dimos una vuelta, charlando. Hasta que llegamos a una especie de fortaleza.

Entramos, y estuvimos un buen rato investigándola.

Tokito: si que es grande, no se veía tan grande por fuera.

Sanemi: esperad un momento. Estamos dónde empezamos. Hemos estado dando vueltas en círculos.

Gyomei: lo mejor será salir de aquí.

Todos asentimos, y empezamos a buscar la salida. Pero no la encontramos.

Sanemi: me parece que estamos encerrados.

De repente aparecieron varias personas, todas conocidas. Tanjiro, que esta vez no venía acompañado de su hermana, Zenitsu, que utilizaba la respiración del trueno y parecía muy asustado, Genya, el hermano de Sanemi, Inosuke, el joven de la cabeza de jabalí, y Kanao, la niña de la mansión mariposa.

Nos reunimos con ellos y nos contaron que también llevaban un rato intentando salir, pero no encontraban la salida.

Tanjiro: es como si este sitio fuera infinito...

De repente, las habitaciones se separaron, y cada persona se fue por un lado. Yo me quedé solo con Tanjiro. Lo que nunca me ha esperaría fue que ese día me enfrentaría a uno de los demonios más poderosos.

Yo: ¿Estás bien Tanjiro?

Él asintió en modo de alerta. De repente aterrizamos en un sitio extraño. Y se escuchó una voz. Una voz que recorrió todo mi interior dándome escalofríos allá que se movía.

Akaza: que ganas tenía de veros.

Tanjiro: ¡Tomioka! ¡Es la tercera luna superior! ¡Hay que salir de aquí! ¡El mató a Rengoku!

Pero no había salida. Teníamos que enfrentarnos. Y eso hicimos, luchamos. Los primeros minutos pudimos aguantar, heridos, pero aguantamos, hasta que Akaza me arrancó una extremidad. Allí las cosas se pusieron feas.

Tanjiro: Tomioka, ¡resiste!

En ese momento desperté la marca de cazador. Nunca lo había hecho. Estaba tan frustrado que lo hice. Y, después de un rato, Tanjiro consiguió cortarle la cabeza. Estábamos gravemente heridos, y sabía que no iba a salir vivo de ahí. Pero tuve la mayor suerte del mundo. Desperté. En la mansión mariposa.

Habíamos muchas personas allí. Pero note que de todos los que estábamos, faltaba gente. Cuando conseguí abrir los ojos, estaba muy herido, y todo me dolía.

Aoi: me alegro de que hayáis despertado.

Aoi y las niñas que nos cuidaban en la mansión estaban todas llorando. Al fin pude hablar.

Yo: ¿Qué pasa? ¿Porqué lloráis todos?

Aoi: Shi Shi Shinobu...

Aoi estaba llorando tanto que no podía hablar. Pero cuando acabó la frase deseé que no lo hubiera hecho.

Aoi: Shinobu se ha ido.

En ese momento, creí que bromeaban, o algo, pero no.

Yo: Pero, como, que ha pasado por favor explícadmelo.

No pude contener las lagrimas y se me salieron todas. No sabía cómo en un momento la única persona a la que quería se había ido. Grité. No pude contener un grito de ira.

Aoi: no sólo ella, también han muerto Tokito y Genya.

Kanao: Shinobu se sacrificó.

Todos: ¿Cómo?

Kanao: ella estuvo ingiriendo veneno para dejarse comer por Douma y poder debilitarlo. Nosotras sabíamos que era esa fortaleza. Y más personas también.

Yo: ¡y porque no nos avisasteis! Podríamos haber salvado a... a...

No fui capaz de acabar la frase.

A partir de ese día, no pude nunca perdonarme lo que pasó. Shinobu se sacrificó. Por eso me dijo tan pronto que me quería. Para despedirse. El resto de años que viví, viví solo, triste y pensando en como no fui capaz de salvarla. Ni a ella, ni a mi hermana, ni a mi mejor amigo. Hasta que pasó algo mágico.