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Capítulo 11 - "Japón, Tokio"

Ahora todos venían en una de las camionetas del equipo de Hobbs, y por supuesto, venían con esposados ya que no se iban a tomar la libertad de dejarlos sin ellas.

Nadie decía ninguna palabra en el camino, no tenía sentido, pero eso no duró mucho, ya que Mack fue el primero en hablar.

—Entonces— dijo, rompiendo el silencio que albergaba. —¿Iremos directamente a la cárcel o cómo?

Todos voltearon en dirección a Mack, por la mirada que Laila le dió estaba seguro que si ella no estuviera esposada lo hubiera golpeado.

—¿Te callas Mack?

—Intento romper el hielo.

—Cállate.

Mack bufo y se callo, pero eso apenas duró dos minutos porque volvió a hablar al instante.

—¿Y como te llamas tú?— le pregunto a Elena.

—Eso no te debería interesar— sentenció Hobbs desde el asiento de copiloto. —Ahora has caso a tu amiga y cierra la boca.

—Claro— rodeo los ojos. —¿Puedo preguntar algo más?

—No.

—Perfecto— esbozo una pequeña sonrisa burlona. —¿Dónde te pusieron las extensiones? Me gustan, tal vez y me puedan poner unas como las tuyas.

Mia y Laila tuvieron que contener las ganas de echarse a reír en ese mismo momento, y al parecer también uno de los del equipo de Hobbs que iba manejando y Elena. En cambio Mack no le preocupo para nada y se rió de su propia broma, Brian se le unió pronto, pero Dom y Vince solo mostraron una pequeña sonrisa.

Al escuchar aquello Hobbs se giró a ver a Mack, tenía una expresión que demostraba claramente que no le había hecho gracia.

—¿En verdad te interesa saberlo?— pregunto con cierta ironía a lo que Mack asintió. —Pues bien, porque más tarde mi mi puño y tu cara tendrán una conversación, tal vez puedan hablar sobre ello.

Mack sonrió de mala gana y Hobbs le devolvió la misma sonrisa.

—Si no estuviera esposado, apuesto a que le borraría aquella sonrisita estúpida— le susurro a sus amigos.

Aunque no fue lo suficiente bajo ya que todos escucharon, pero Hobbs no se molestó en decir nada porque su teléfono sonó en ese momento.

—Si— dijo al instante en que contesto la llamada. —Vamos para allá, que nos vean en el aeropuerto cuando aterricemos.

Y colgó.

Justo en ese momento un hombre con una máscara negra, que estaba en el techo de una casa, lanzo una granada hasta una de las camionetas del equipo de Hobbs, haciendo que está se incendiara y saliera volando. Así empezó aquella emboscada, tras el humo en la misma camioneta que iban Hobbs, junto a Dominic y todos ellos perdieron parte del control y terminaron chocando contra uno de los autos estacionados por ahí.

Se detuvieron ahí, no se molestaron en volver a arrancar, porque Hobbs se preocupo más por ayudar a su amigo que trataba de salir de la camioneta que se estaba incendiando. Había tomado su radio y dado serías indicaciones a todos y pronto bajaron de las camionetas y comenzaron a disparar a los hombres que estaban en los techos, para este punto debieron darse cuenta que era la gente de Reyes.

Cuando todo su equipo había bajado y estaban disparando para cubrirlo, él también bajo y se dirigió hasta donde estaba su amigo tratando de salir de la camioneta antes de que está pudiera explotar.

—¡Liberanos!— pidió Mack. —¡Hazlo!

Elena no sabía que hacer, no sabía si era mejor dejarlos esposados y esperar a que todo se calmara, terminará o simplemente que murieran todos, o liberarlos y arriesgarse a que escapen o algo parecido.