❥ Corriente de amor (Surge x Lou)

Capítulo 7

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—¡Hemos llegado! —Max corrió hacia el campo de entrenamiento el cual era un gran terreno al aire libre muy extenso que contaba con algunos cuantos muros.
Meg se puso manos a la obra y comenzo a adentrarse al lugar sobre su mecha.
—¡Solo ten cuidado! —le gritó Max algo preocupada.
—Hey, relájate, estoy seguro de que lo hará bien. —dijo Surge. Los tres observaron a Meg desde la distancia.
Desde la parte trasera de la zona comenzaron a salir algunos robots, eran parecidos a los que Lou encontró pero estos tenían sus ojos rojos, no estaban defectuosos. Meg sonrió y se dirigió hacia ellos.
—¡Tomen esto! —Rob comenzó a lanzar varios potentes disparos hacia los robots, los cuales eran derribados rápidamente.
—Te lo dije —Surge sonrió mientras veía el sorprendido rostro de Max.
El mecha desplegó su sable y lo balanceo de un lado a otro, haciendo trizas a varios de los robots. Una vez que todos fueron derrotados, Meg regresó con los demas.
—¿Qué tal lo hice?
—¡Fue impresionante! —exclamó Lou.
Meg dirigió la mirada hacia Max esperando su aprobación.
—Debo admitirlo, lo hiciste bien... ¡Pero aún te falta mucho por aprender!
—¿Cómo que?
—Por ejemplo a esquivar. Mira, te enseñare un poco de lo que se. —respondió Max y comenzo a explicarle varias cosas a Meg. Surge aprovecho el momento para enseñarle a Lou como pelear.

—¿Entonces nunca has estado en un combate como Brawler? Hmm... Los robots como nosotros normalmente ya estamos programados para combatir, técnicamente somos Brawlers desde nuestra creación, entonces no debería ser tan dificil que le agarres la onda a esto, ¿verdad?
—Supongo... —respondió Lou algo inseguro.
—Bien, ¡entonces muestrame lo que tienes colega!
Lou rápidamente giró la manivela detras de su cabeza para cargar munición y lanzó su ataque básico; un disparo de varios conos con hielo raspado.
—Vaya, tu alcance es largo, vamos a probarlo en los robots.
Los dos se adentraron más al campo hasta que salieron unos cuantos robots, Lou tomo aire y comenzo a disparar. Aún le era algo difícil tener la puntería correcta, por lo que uno de los robots logró acercarse mucho a él.
—¡Cuidado Lou!
Lou cerro los ojos asustado y rápidamente lanzó sus básicos al robot, todos acertaron al objetivo, haciendo que el robot se congelara por un momento. Lou abrió sus ojos y aprovecho para tomar su distancia.
—Wow, ¡tus ataques pueden congelar a los contrincantes! —Surge se veia emocionado.
Mientras entrenaban, Surge le explicaba varias cosas como la técnica para esquivar, predecir los movimientos del oponente y las diferentes categorías de Brawlers. Lou la estaba pasando bien, cualquier cosa era mejor que su antigua rutina.
En un momento varios robots se juntaron, acercándose lentamente a Lou.
—Creó que éste es un buen momento para que muestres tu ulti. ¡Surge quiere ver que puedes hacer!
Lou estaba por abrir la compuerta de su espalda pero un repentino escalofrío recorrió sus circuitos, la última vez que ocupó aquellas botellas de jarabe las cosas no salieron bien. El heladero se quedo quieto, el recuerdo se repetía en su mente mientras los nervios se apoderaban de sus mecanismos.
—¡Cuidado! —Surge apartó a Lou y se encargo de los robots por su cuenta, regresó con el robot azul una vez que terminó.
—¿Qué pasó? ¿Estas bien?
—C-Creo que he tenido suficiente hoy, estoy cansado...
—Parece que no estas acostumbrado a esto... ¿Quiéres una bebida? Tal vez te haga sentir mejor
—N-No gracias —Lou se dirigió hacia una piedra cercana y se sentó sobre ella, Surge lo siguió y se sentó a lado suyo.
—Te vez angustiado. ¿Pasa algo amigo?
—Solo estoy cansado, de verdad...
—...Tengo que decir que lo hiciste bien. —Surge le dio unas palmaditas en la espalda a Lou para tratar de animarlo. 
Los dos se quedaron en silenció un rato, viendo a Max y  Meg entrenar. Mientras observaban, Surge hacía movimientos repetitivos con sus manos y pies, tratando de quedarse quieto y contener su energía; Lou observó esto y le pareció lindo.

Despues de un rato, las dos chicas regresaron con el par de coloridos robots.
–Uff, suficiente entrenamiento por hoy, parece que ustedes también terminaron de entrenar. ¡Vamonos a casa! —dijo Max y comenzo a trotar de regreso.
—¡Espera! — Meg la siguió sobre su mecha lo mas rápido que podía mientras soltaba algunas risitas.
—¿Como te sientes? ¿Crees poder caminar de regreso? —Surge se levanto de la roca en la que estaba sentado.
—Si, creo que mis mecanismos ya se enfriaron un poco — Lou tambien se levantó de la roca.
—Bueno, ¡hay que irnos que ya es algo tarde! —Los dos robots caminaron de regreso.
Max estaba tomando la delantera cuando de repente se detuvo.
—Hey ¿Y Surge? El siempre esta a la par. —la chica volteó y miro a los dos robots caminando con un ritmo mas calmado.
–Hmmm...
—¿Celosa de que Surge tenga un nuevo amigo? —dijo Meg con una sonrisa un poco burlona mientras alcanzaba a Max.
—¡No!... Bueno, tal vez solo un poco. —soltó unas pequeñas risitas. —Pero es extraño, parece preocuparse mucho por Lou.
—Entiendelo, Lou probablemente no sabe del todo cuidarse por si mismo. Cuando lo haga, Surge dejará de ser tan sobreprotector con él.
—Supongo que tienes razón, él mismo me dijo que sería en lo que buscaba un lugar seguro para él... Vamos, hay que seguir —Max continuó trotando y Meg la siguió.
Despues de un rato, los cuatro llegaron a la playa.
Lou se detuvo un momento con los pies firmes en la arena y observó al horizonte, los últimos rayos de sol se ocultaban a lo lejos, pintanto la parte inferior del cielo con un naranja rojizo brillante; era un espectáculo increíble para Lou.
—Cool, ¿verdad? —Surge contempló la vista a lado del robot mas pequeño.
—No sabia que el cielo se podia teñir de colores tan bonitos. —los ojos de Lou brillaban de manera adorable mientas veía el paisaje.
Max abrió la puerta a los pies de la meseta y el grupo subió al elevador.

—Al fin el casa. –suspiró Max mientras entraban a la base. De repente escucharon varios golpesitos leves, todos se pusieron en alerta hasta que vieron de que se trataba.
–Oh, solo eres tu... —Lou se acerco a la caja donde habían puesto al pinguino robot, éste trataba de derribarla mientras graznaba. —¿Que podemos hacer con él?
—Creo que no podemos hacer mucho mientras no coopere. —respondió Meg mientras se asomaba a la caja, el pingüino graznó una ultima vez molesto y le dio la espalda al verla.
—¿Qué dicen si cenamos y a dormir? Este día fue agotador. —dijo Max mientras quitaba su casco, dejando libre su pelirroja melena.
—Yo igual estoy cansada, vamos. —Meg respondió mientras se estiraba.
Los cuatro se sentaron alrededor de la mesa, cenaron y luego se fueron a sus respectivas habitaciones.

Los dos robots se acomodaron sobre la colcha y conectaron sus cables al enchufe de la pared.
—Oh mira, dejé una lata de bebida energética afuera. —Surge tomó la lata que se encontraba en una mesita cercana y bebió lo poco que quedaba de esta. —Rayos, estaba caliente, odio cuando pasa eso... La verdad odio las bebidas calientes en general.
—¿Tu también? Es bueno encontrar a alguien que opina lo mismo. —contestó Lou. —¿Qué opinas del café?
—¡Lo detesto!
—Heh, yo igual, se siente muy extraño cuando todo ese calor choca con mis mecanismos fríos. ¿Tu por qué lo odias?
—Ehhh... Sere honesto, una vez me tosté la lengua probandolo.
Ambos robots se echaron a reir. Comenzaron a platicar de varias cosas, experiencias divertidas y contaron algun que otro chiste. Así pasaron un buen rato de la noche, riendo hasta que sus cajas de voz les dolieran.
Unos golpesitos en la puerta los interrumpieron.
—Hey par de ruidosos, ya duermanse, puedo escuchar sus risas hasta mi habitación y no me dejan dormir. —susurró Max desde el otro lado de la puerta.
—¡Lo siento, ya nos vamos a dormir!
—Espero así sea... —Max se alejó de la puerta y regresó a su habitación.
–Creo que es mejor que descansemos.
—Si... ¿Sabes? Tengo que admitir que la pase muy bien hoy. —Lou sonrió.
–Heh, yo también la pasé muy bien, quizá deberíamos ir mas seguido a entrenar. —respondió Surge.
—Me gusta la idea.
Ambos robots se acurrucaron es sus respectivos lugares, Lou tomó la misma almohada de las noches anteriores y la abrazó.
—Buenas noches Surge.
—Buenas noches Lou.

—¡Agh, los hicieron pedazos c-como si nada! —la robotica y distorsionada voz retumbó en las paredes de la lúgubre habitación apenas iluminada por una pantalla, esta proyectaba el segmento de las noticias donde Max y Surge peleaban contra los robots de aquel día.
—S-Solo... ¡Solo déjenme ganar! —la pantalla fue violentamente quebrada de un puñetazo, instantáneamente la habitación se quedó a obscuras, excepto por una tenue luz verde.
—Si, necesito crear muchos mas... O quizás necesite a-algo mas poderoso...

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Se esta haciendo lo que se puede 🤙