STEDDIE《💞ONE-SHOTS💞 》

How to develop a hopeless crush: A helpful guide b

El sudor frío se acumula sobre los omóplatos de Eddie. Empapa hasta la parte baja de su espalda. A pesar de eso, se siente cómodo. Las suaves sábanas acarician su piel desnuda mientras un bostezo instintivamente hace que sus brazos se estiren hacia arriba. Las caderas se contraen contra el edredón y la erección que ocasionalmente está ahí por las mañanas, está claramente… ahí.

Se relaja con el movimiento y abre los ojos lentamente. La luz del sol de abril gotea en la habitación. Talla formas cuadradas en los pisos de madera y sobre el edredón en el que está envuelto. Las cejas de Eddie se juntan lentamente. Este no es mi dormitorio. En realidad, Eddie no tiene idea de quién es el dormitorio.

Es demasiado consciente del hecho de que está prácticamente desnudo, duro como la madera en la cama de otra persona. Parece la habitación de un niño, no la de una niña, así que al menos eso juega a favor de Eddie.

Una respiración lenta y sonora abanica su cuello. Se gira suavemente hacia su lado. Su respiración se atasca en su garganta.

Steve Harrington, el rey Steve, Steve "el pelo" Harrington yace en la misma cama que Eddie. Tiene los ojos cerrados, la boca abierta y babeando sobre la almohada. Sería entrañable si fuera otra persona. Mierda. ¿Me acosté con el rey Steve? ¿Lo que pasó ayer? Lo último que recuerda es drogarse con Robin en su tráiler.

Las largas pestañas marrones de Steve se curvan sobre sus suaves mejillas, con una pequeña barba encima de su labio rojo. Mechones de cabello cubren el costado de su rostro. Dormido, Steve parece inocente, incluso algo angelical.

¡Oh, Eddie tiene que irse ahora mismo!

Contiene el aliento y baja con cuidado de la cama. Peor que despertarse en la habitación del niño popular es despertarlo mientras escapa.

Con suerte, Steve se emborrachó tanto como Eddie y tampoco recuerda nada. O al menos, estará muy asustado de que Eddie lo deje fuera y actúe como si nunca hubiera sucedido.

Todavía lleva sus calzoncillos. Eso es un pequeño consuelo para él. Probablemente no llegaron muy lejos. La pieza del rompecabezas que deja un ceño confuso en el rostro de Eddie es el resto de su ropa, cuidadosamente doblada sobre el escritorio en la esquina de la habitación de Steve. Sus zapatos también están perfectamente paralelos entre sí, justo en el suelo. Eddie, literalmente, nunca ha dejado su ropa así. Ni siquiera podía retirarse con tanta perfección.

Vuelve a poner todo descuidadamente, girando el pomo de la puerta con precisión y con los ojos cerrados, rezando para que se calle. Un pasillo desierto conduce a un tramo de escaleras al que Eddie se apresura, subiéndose la cremallera y abotonándose los jeans mientras sus pies bajan ágilmente.

"Eddie, espera". Escucha que alguien llama y es claramente Steve quien, por supuesto, se despertó.

El pánico se apodera de su cuerpo. Sus pies trabajan más rápido.

"¡Eddie!" Steve llama de nuevo.

La puerta de entrada se presenta en el vestíbulo de entrada y Eddie agradece a Dios como nunca antes lo había hecho. Sus dedos frenéticos hormiguean esperando agarrar el ornamentado pomo dorado de la puerta.

“Eddie, por favor…” Esta vez la voz de Steve resuena por encima de su hombro. Hijo de puta rápido. El nombre de Eddie no tenía derecho a sonar tan bien en boca de Steve.

Se da vuelta, encuentra rápidamente el cuello de la camiseta de Steve y lo agarra con fuerza en su puño. Una sorpresa estrellada aparece en los ojos del otro. Los dientes de Eddie rechinan, la mandíbula cerrada con amenaza.

“Si le dices una palabra sobre esto a cualquiera, destruiré tu bonita cara. No me importan tus pequeños perros guardianes, Harrington. Eddie ruge aterradoramente.