Naruto - La Era de un Dios ✔️

Un Dios que vive una vida normal

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 2

Este mundo presumía de cazadores de dioses de los que se dice que son capaces de matar dioses. También presumía de cazadores de dragones de los que también se rumorea que son capaces de matar dragones. La magia de matar dragones era una magia enseñada por dragones después de todo. Había asesinos de dragones reales y otros artificiales a los que se les había insertado lacrima en el cuerpo a una edad temprana. Este tipo de magia no estaba al alcance de cualquiera, ya que a los verdaderos matadragones les enseñaban la magia los dragones, que ahora han desaparecido de la faz del mundo.

Naruto no era un cazador; no era ni un cazador de dioses ni un cazador de dragones. Dicen que los que poseían esa magia eran muy fuertes. Pero no importaba quién te entrenara ni quién te enseñara la magia. Lo más importante era cómo ejecutabas tu magia.

La regla de que sólo un cazador de dragones podía matar a un dragón no se aplicaba a él. Un dragón era en cierto modo equivalente a un Bijuu. Existía la creencia de que sólo un Jinchuriki podía derrotar a otro Jinchuriki, pero ésa era una creencia falsa, era una ignorancia flagrante. Incluso aquellos que no eran un Jinchuriki podían burlarse del poder de un sacrificio humano.

Sería creíble si dijeran que los asesinos de dragones eran los magos más fuertes de la Tierra - entonces se inclinaría a creer que podían infligir daño a los dragones. Pero había magos que eran muy superiores a los cazadragones, en muchos aspectos. Aun así, este mundo creía en semejante cuento de hadas.

Durante los gloriosos días en los que puso de rodillas a las Naciones Elementales, le llamaban dios, y tenía el poder para respaldarlo. No había nada, ningún jutsu que él no pudiera realizar. En cierto modo, se había parecido al Profesor. Ser temido como Dios no era sólo por aparentar - no tenía igual en términos de poder; estaba en una liga propia y cualquier otro shinobi era sólo un niño en términos de poder.

Él era ''Dios'', no necesitaba ser un cazador de dragones para matar a un dragón, no necesitaba ser un cazador de dioses para matar a un Dios, él es Dios mismo. La magia de Dios estaba en él, él era Kami, y tales creencias de que sólo un cazador de dragones puede matar a un dragón, le parecían risibles. Después de todo, él era Naruto Uzumaki, el criminal internacional de rango SSS. El hombre que inventó más de 1000 jutsus en cinco elementos diferentes; el hombre que podía ejecutar un jutsu de rango S como si fuera un simple jutsu de rango D; era el hombre que derrotó a los Cinco Kages sin ayuda de nadie; era un hombre del que se rumoreaba que era más fuerte que el legendario Hashirama Senju.

Era el hombre cuyo nombre se temía en todo el mundo shinobi. Los padres contaban historias aterradoras sobre él para tranquilizar a sus hijos. Kages-

''¡Naruto!''

Naruto fue sacado de sus pensamientos cuando una voz perturbó su proceso mental. Miró al frente del mostrador y vio a una mujer de pelo negro; el pelo era corto y tenía los ojos negros; también era de piel clara. Llevaba un top blanco de manga corta, que dejaba un poco desabrochado alrededor de su considerable pecho. Lo combinaba con una minifalda negra y unos leggings negros, con botas marrón claro.

En el fondo -detrás de ella- se oían risas de todo tipo, maldiciones que se lanzaban de mesa en mesa. Una música suave sonaba en el gran salón del bar de dos plantas. La escena detrás de esta mujer, por decirlo de forma sencilla, era una escena de hombres y mujeres emborrachándose mientras otros compartían fríos y oscuros chistes.