Naruto - La Era de un Dios ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 39

Mard Geer sólo pudo sonreír al percibir el número de magos que habían aparecido ante la sede de su Gremio en busca de batalla. Aunque sonreía, no se alegraba de que hubieran elegido venir a este lugar después de tanto tiempo. Había muy poco progreso con el presidente, ya que activar el Rostro llevaba algún tiempo. No le había gustado perder incluso a dos de sus subordinados antes de que empezara la lucha. No le importaba que murieran por su propósito y por este Gremio, pero habían muerto demasiado pronto. En cualquier caso, la situación no tenía remedio. Ahora sólo tenían que luchar para superar esta situación y luego resucitarían a su maestro.

Quizá un hecho preocupante debería ser que el cubo se había estrellado contra el suelo, pero no le preocupaba demasiado: volvería a elevarse.

"Kyoka, ¿puedes oírme?" Mard Geer habló por telepatía.

"Sí, Mard Geer-sama", respondió Kyoka.

"Silver y Jiemma fueron traídos de vuelta cuando anticipamos que esto ocurriría. Lucharán contra los humanos. Tú vigilarás la sala de control mientras los demás se deshacen de los humanos. Asegúrate de que nadie interfiera en el proceso, Kyoka. El fracaso no es una opción".

"Entendido, Mard Geer-sama", respondió Kyoka antes de que el rey del inframundo cortara la línea de comunicación.

Ahora sólo tenía que observar y ver cómo se desarrollaba todo esto. Mard Geer estaba bastante seguro de que sus subordinados tendrían éxito. Aunque sabía que Jiemma y Silver eran problemáticos, lucharían. Si no había ningún progreso, él también tendría que despertar, al igual que planean despertar a su maestro, E.N.D.

Exterior del edificio del Gremio

Cuando llegó el grupo de Fairy Tail, fueron recibidos por tres magos de Sabertooth. Tanto Sting como Rogue se adelantaron rápidamente para saludar a sus compañeras Cazadoras de Dragones. "Natsu-san, no sabía que ibas a estar aquí", saludó Sting a la salamandra con una sonrisa.

"He oído que se nos uniría gente de Dientes de Sable, pero tampoco me habían dicho que fueras tú", respondió Natsu con calma mientras miraba a su alrededor. "¿Por qué sigues fuera?"

"Estábamos esperando a que llegaras", dijo Sting.

Minerva sacudió la cabeza al ver esto y se dirigió hacia Naruto, que sostenía un libro. Se quedó mirando el libro un momento antes de mirarle a la cara. Sus ojos se dirigieron hacia la mujer pelirroja que estaba detrás de Naruto. Sus ojos se entrecerraron. No podía olvidar su derrota. Seguía siendo un recuerdo amargo para ella. Había perdido. Su gremio había perdido. "Erza", gruñó.

Si Erza era ajena a la animosidad de Minerva o simplemente prefirió ignorarla era algo que se podía debatir, pero la mujer se limitó a sonreír. "Minerva", dijo antes de mirar entre la mujer de pelo negro y Naruto. "¿Os conocéis?"

Naruto asintió con la cabeza y se puso al lado de Minerva antes de rodearle la cintura con la mano mientras sonreía con picardía. "Sí", empezó con ligereza. "Es mi antigua novia".