Naruto - La Era de un Dios ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 22

¡Boom!

La explosión hizo estallar grandes olas de agua, creando una cúpula. Las hadas tenían los ojos muy abiertos al ver el fondo del mar con el agua apartada. La torre que había estado allí hace un momento había desaparecido. No quedaba ni rastro de su existencia. Lo único que había era el sonido del agua chapoteando mientras Naruto flotaba en el centro de las grandes olas de agua que parecían que iban a devorarle en cualquier momento. Por un momento, el agua había dejado de moverse, retenida por una fuerza invisible.

Erza no podía creerlo. ¿Hasta qué punto era poderoso Naruto? Básicamente había apartado toda el agua, en medio del mar. ¿Quién podía hacer eso sólo con sus habilidades? De repente desapareció y el agua se precipitó de nuevo para llenar el hueco que había creado. Erza estaba segura de que si algún humano hubiera permanecido allí, habría muerto por la fuerza del agua.

Erza intentó mirar a su alrededor en busca del rubio, pero no estaba en ninguna parte. Sólo estaban los clones que la sujetaban por encima del agua. ''¿Adónde ha ido?''

A la sede del Consejo Mágico", dijo en voz baja el clon que sujetaba a la pelirroja. Hay algunos asuntos que deben resolverse rápidamente''.

Erza asintió y miró a sus amigos noqueados de la Torre del Cielo. Realmente había mucho que explicar. Si no, no recuperaría a sus amigos, pero ¿qué pasaba con Jellal? ¿Por qué hizo lo que hizo? ¿Por qué traicionó así a sus amigos?

Pensando en el peliazul, Erza miró al clon que la sujetaba. No le extrañaría que Naruto le hiciera algo "letal" a ese hombre. Incluso después de todo. Aunque hubiera intentado utilizarla como mero sacrificio, Erza no iba a odiarle así como así. Aún necesitaba hablar con él. Era posible que Naruto le llevara ante el Consejo Mágico. Si lo hacía, Jellal tendría problemas. De eso no había duda.

¿Dónde está Jellal?

El clon ladeó la cabeza, mirándola con curiosidad. ¿Por qué lo preguntas? Pareces preocupada...

''Lo estoy'', dijo Erza.

¿Dónde se puede encontrar un corazón así? ¿Ser traicionado de ese modo y seguir preocupándose? Naruto no sabía si podría volver a hacerlo. Lo había hecho una vez con Sasuke y, después de todo lo que había vivido y de cómo le había tratado la vida, castigaría la traición. Él ya no era esa persona. Había matado a demasiada gente y había vivido muchos años sufriendo como para ser así.

Sin embargo, lo que Erza estaba haciendo no era algo malo. No, ni mucho menos. En realidad, era algo bondadoso. Si todo el mundo tuviera ese tipo de corazón, sin duda la gente sería diferente y habría menos conflictos. Ella es capaz de perdonar, pero la mayoría de la gente no era capaz de hacerlo. Naruto podía perdonar, pero lo hacía después de una brutal paliza.

El clon sonrió a Erza, la agarró con firmeza mientras la estrechaba en un fuerte abrazo. Ese hombre iba a sacrificar tu vida. Puso a tus amigos en tu contra y los utilizó como meras marionetas para conseguir su objetivo, ¿y aún así te preocupas?", le dijo en voz baja en la oreja derecha. Erza, eres realmente única. Ojalá el jefe tuviera un corazón como el tuyo''.