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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 29

Naruto recorrió con la mirada la habitación en la que se encontraba, aún en Mercurios. Las Hadas aún no habían abandonado la capital para dirigirse a su querido hogar en Magnolia. Aún faltaba un día para que terminaran los Grandes Juegos Mágicos, así que era comprensible que aún estuvieran presentes. Aún quedaban celebraciones por hacer.

La rubia estaba con Makarov y el primer maestro, así como con Erza. La mujer quería saber cosas que necesitaba saber y, puesto que Naruto se había alejado a su mundo, habría sido un gran problema hablar de ello con ella presente, pero como ya había superado las cosas, Naruto no encontró ningún problema en dejar que la pelirroja escuchara la conversación.

Estaba seguro de que ella tendría preguntas después de todo. Sólo esperaba que fuera capaz de controlarse lo suficiente como para guardar silencio mientras él hablaba con los adultos que ya conocían su historia del otro mundo. A Mavis no se lo había contado cara a cara, pero ella le había oído hablar de ello con Zeref.

El rubio se acomodó en una mesita y se quedó mirando el techo blanco que había sobre él. Era otra situación estar en presencia de aquella gente. Tuvo que reflexionar sobre su vida anterior y las cosas que había estado haciendo durante el último año en las Naciones Elementales.

Había sido un buen momento que le permitió despejar los demonios que tamborileaban dentro de su cabeza. Su mente estaba ligera y la situación no parecía tan sombría después de todo. De hecho, podía hacer planes para el futuro y esperar vivir más de él.

"No puedo decir que me sorprenda volver a verte", dijo Mavis en tono tranquilo, dirigiendo una mirada entrecerrada a Naruto.

Aunque no le sorprendía que siguiera vivo y sano, tenía muchas preguntas sobre su paradero. Después de un mes, se había dado cuenta de que el rubio había desaparecido de este mundo. Tenía sus conjeturas, pero sólo eran especulaciones. La verdad saldría de la boca del rubio.

Dejando a un lado las preguntas, Mavis estaba realmente contenta de que Naruto hubiera vuelto al mundo de las Hadas. Se había sentido un poco sola sin sus visitas. Sus visitas siempre habían sido un refresco y algo que la mantenía informada de lo que ocurría en Fiore, y en este continente de Ishgar en su conjunto.

Naruto miró al primer maestro durante un segundo antes de desviar la mirada hacia Makarov, que estaba sentado en silencio en la mesa, justo al lado del primer maestro. Erza estaba sentada a otra mesa de distancia, pero sentada en una silla, sin apartar los ojos de él.

"Bueno, nunca dije que me marcharía para siempre", dijo Naruto con una pequeña sonrisa.

"Lo dices como si dijeras que ibas a desaparecer", dijo Makarov, con una ceja levantada.

Naruto se encogió de hombros un poco despreocupado. "En cualquier caso, no dije que fuera a morir pronto. Cuando esté a punto de abandonar definitivamente este mundo, lo sabréis..." Bueno, eso dependería de si para entonces estarían vivos o no. Si no, sería una pena, pero aun así era lo que iba a ocurrir, porque alguien como Makarov no podía sobrevivirle.

Naruto  -  La Era de un Dios  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora