Naruto - La Era de un Dios ✔️

14 - El mismo Dios, diferente enfoque

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 14

Naruto se paseaba por las sillas y escritorios medio vacíos de la Sala de Fairy Tail, que albergaba a los magos infamemente conocidos por la destrucción; tenía una suave sonrisa en el rostro, los ojos bailándole de emoción y expectación.

Le esperaba una buena noche. ¿Qué podía no entusiasmarle?

La noche había llegado, acompañada de una brisa helada que hacía de su hogar el lugar más conmovedor en el que estar.

Mirando la sala casi vacía, Naruto sólo podía suponer que la mayoría de las hadas se habían ido a sus casas, habitaciones o dondequiera que descansaran después de otro día explosivo. Las habitaciones de cada miembro del Gremio no estaban impresas en su mente. Tal conocimiento era irrelevante. No era importante.

Había algunas caras viejas por la sala. Mirándoles detenidamente, el pensamiento que le vino a la mente fue que la mayoría de ellos simplemente no querían volver a casa. Este era el lugar al que la gente escapaba cuando quería evadirse de sus problemas. El hogar podía ser un lugar estresante y que daba dolor de cabeza. Los idiomas a menudo diferían. En ese momento surge la falta de comunicación y de entendimiento. Lo único que queda son problemas y un hombre que no quiere volver a casa porque no puede soportar o manejar la situación.

De todos modos, eso es lo que aprendió observando a los humanos.

Por todos los años... buenos y comiéndose las uñas de amargura y dolor, Naruto tenía algo que mostrar. Simplemente evitar el problema del hogar no hará que desaparezca. Por mucho que te esfuerces en ponerte un velo sobre los ojos y hacerte creer que todo iba bien, el problema seguirá persistiendo hasta que te enfrentes a él. Habiendo sido un imán de dolor y problemas, Naruto había aprendido a afrontarlos. Era la mejor forma de afrontarlos.

No era un paseo por el parque, pero te llevaba a alguna parte.

"Una parte de mí pensaba que no vendrías", la voz de Mira atravesó los pensamientos de Naruto.

El rubio miró a la maga con detenimiento: se veía normal, sus hombros no estaban tensos, más bien, estaban relajados; no había una máscara de tensión tirando de sus músculos: Naruto supuso que estaba cómoda, y libre. Sonrió. Habría sido una decepción que ella se sintiera incómoda a su lado.

¿Por qué presiento que estarías a la vez aliviada y un poco decepcionada si yo no apareciera?", dijo Naruto, manteniendo una cálida sonrisa en sus labios.

Él se preguntaba eso. Eran sentimientos con significados diferentes. Era posible sentir ambos, pero imposible experimentarlos simultáneamente a un mismo nivel. O la decepción era mayor que el alivio, o viceversa.

Siempre había dos o más pensamientos sobre un tema. La mente razona y piensa. Estaba el sentido racional de nuestros corazones y mentes, y las partes irracionales. Ser racional llevaba a conclusiones más lógicas y a un comportamiento libre de irracionalidad.

Naruto no tenía que preocuparse de que Mirajane fuera irracional: era inteligente y de buen carácter. No parecía el tipo de persona que apretaría el gatillo sin siquiera indagar sobre los sucesos que han provocado lo que parece o no una situación. Con ese razonamiento, supuso que se lo pasaría bien. Era quizá la razón por la que estaba relajada y parecía sentirse cómoda con la idea de estar sólo con él.