PROHIBIDO

❌️ mi pequeña familia

Era más de media noche y Jennie se
encontraba plácidamente dormida
en su cama, envuelta en sus suaves
sabanas, enfundada en su
delgado camisón rosado y abrazada a un peluche de la película Toy
Story que su hermana mayor le había
regalado,
La niña hundida en su profundo
sueño, alcanzó a escuchar ruidos en la
parte de abajo de la casa, ruidos que
interrumpieron su siesta y la obligaron a
levantarse.
Una Jennie de 6 años se asomó a la cama de su
hermana y se dió cuenta de que aún no
había vuelto. La verdad no sabía cómo
había hecho para conciliar el sueño,
pues cuando su rubia hermana no se
encontraba en la misma habitación, le
resultaba casi imposible pegar un ojo en
la noche.
La castaña bajó de su cama no sin antes
agarrar su peluche salió de la habitación algo adormilada, logró bajar las
escaleras de la gran mansión de su
familia y llegó a la sala de estar.
-;Mami?- Habló la niña encontrándose
con su padre y su madre de espaldas.
-Nini, vuelve a tu habitación- Dijo
la señora Manoban Kim, pero fue
olímpicamente ignorada en cuanto la
pequeña ojiazul vió a su hermana mayor
llorando en el sofá.
-iLili!- Dijo la menor de los Manoban Kim
corriendo hasta su hermana de 8 años. -¿Por qué
lloras?- dijo sentándose en el regazo de
su hermana
-No es nada Nini- Dijo Lisa
abrazandola con una hermosa
sonrisa. Lo que menos quería era
preocupar a su hermanita con sus
problemas.
La pequeña llevó sus pequeños deditos
a las mejillas de su hermana y quitó las
lágrimas de ellas, para después darle un
beso en la punta de la nariz y ofrecerle
su peluche, para que la mayor se calmara.

Sus padres veían la escena enternecidos,
pues estaban orgullosos de la familia
que tenían y con ese lazo tan fuerte que
había entre ellos que lograron heredarles
a sus hijas.

-iVes cariño? El que seas diferente no
quiere decir que seas mala persona- Dijo
su madre sabiamente.
-Así es Lisa, todos nosotros te amamos
y así será para siempre y lo mejor de
todo es que el ser diferente te hace más
especial- Dijo ahora su padre.

Te amo Lili- Dijo Jennie sin entender
mucho de que hablaban, pero igual
quería demostrarle a su hermana cuánto
la amaba.

-Yo también te amo, Jen- Dijo Lisa
abrazándola más y dándole muchos besitos en la cara a su hermana.

Paso bastante tiempo para que  jennie pudiera entender que  Lisa  era un poquito diferente vaya, tenia 14 años y la confianza que tenían en familia era increíble.

Lisa tenia sus terribles dieciséis años, esa niña de cabellos rubios insegura de su cuerpo se había vuelto hermosa y muy popular.

Para jennie,  Lili era su mundo, un idolo a seguir.