Los días transcurrían con normalidad en casa de los Manoban Kim, los mayores habían salido a un viaje de negocios el cual demorarían tres semanas en Japón, a pesar de los viajes constantes que estos tenian, las menores desde que eran muy pequeñas seguían al pie de la letra sus propias actividades bajo el cuidado de su nana y ahora ama de llaves.
Sophie, había sido esencial desde el nacimiento de las dos niñas. La nana quién con una sonrisa cálida y un corazón aún más grande, era la fuente de cuidado, educación y amor incondicional para Jennie y Lisa ante la ausencia constante de sus padres.
Años después, estas niñas, ya convertidas en jóvenes no querían alejarse de Sophie, era alguien más de la familia, sin embargo esta ayudaba en algunas tareas especificas del hogar y se volvería la cocinera exclusiva de Jennie y Lisa, claro solo ella conocía los gustos de cada una.Sophie tenía un cariño por las menores como si de sus propias hijas se tratase, sin embargo procuraba no mostrar tanto su cariño cuando se encontraban los señores Manobal, puesto que preferia evitar que la señora de la casa sintiera algún disgusto.
Las chicas se encontraban en sus habitaciones como era de costumbre, la casa pasaba a ser de silencio total, ah no ser por las diferentes actividades que tenia el personal, el jardinero con su podadora, Johan el chofer, que mientras limpiaba los coches ponía un poco de música de los años 70's, y por último el ruido en la cocina por Sophie y otra empleada en casa.
El sonido de la secadora hizo que Sophie sacara la ropa para doblar algunas playeras y poner en vapor a los costosos ouftis de las campañas que tenia Jennie.
Subió hasta sus habitaciones para dejar como siempre la ropa limpia en la esquina de sus camas, ya que estas habían establecido que como habían crecido podían acomodar su ropa ellas mismas.
Como era de esperarse si no encontraba a una de las menores en su habitacion sabía que estaría en la de su hermana, pero no fue así, está vez no encontró a ninguna, nisiquiera se dio cuenta si habían salido, Sophie siguió acomodando algunas cosas que se le habían caído por venir cargada con los vestidos de jen., Una risa en el baño la sacó de su creencia de que las chicas no se contraban, esa era la risa de su pequeña Jennie.
—¿que la estará matando de risa ahí dentro?—pensó. Pero continuó doblando la ropa que le faltaba.
-Basta Jennie, déjame salir o no respondo.—escuchaba la voz de Lisa.
-respondes o no respondes cual seria lo correcto?-respondía la menor de los kim
-ya, no juegues! Aquí no, lo sabes bien!
-tu te lo pierdes y luego vas a rogar por esto.
—no tu eres la que vas a rogar por esto y lo sabes.
Sophie solo podía escuchar esa conversación, termino lo más rápido que pudo y bajo a su habitación, agitó su cabeza y comenzó a reír de las tonterías que le pasaban por la mente.
—dios santísimo, como dirían por ahí quien en pan piensa es porque hambre tiene, mis niñas quiza solo estaban jugando, maquillandose, pintandose el cabello que se yo y yo aquí pecando de mal pensada, virgen santísima—exclamaba esta.
Sophie decidió ver su programa de la ley y el orden, en lo que daba la hora de la cena, pero había algo que no la dejaba en paz. Esas palabras...
Pronto los recuerdos invadían su cabeza.—Flashbacks.
— Niñas vengan a comer—gritaba Sophie en el patio pero estas no respondian—niñas? Vengan ya!.
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PROHIBIDO
Teen FictionNota: lo primeros 10 capítulos ya estaban escritos, realicé unas adaptaciones y le di un final. ALERTA: lectura no apta para sensibles... A todos nos a pasado iCierto? Amar a alguien prohibido. Desear un cuerpo prohibido, Anhelar unos labios prohi...