take care of her

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— ¿Es enserio? ¿De niñero? — rió a carcajadas mi hermana, Jisoo, mientras veía el contrato que tenía con los Jang. — ¡La carajita tiene dieciséis y no sabe cuidarse! ¿Qué? ¿La cuidaron los monos? Unga Unga. — con sus puños golpeó su pecho como un gorila, yo estalle de la risa.

— ¡Es la hija del primer ministro Jisoo! ¡Por dios! — reí. — Debería ser ella quien más reciba protección.

— ¿Protección en la cama? — siguió riendo, estaba roja de la risa.

— ¡No me la voy a follar! — exclamé riendo.

— Cuando le veas el culo no me dirás lo mismo. — quedé confundido.

— ¿Momento Lesbi? — pregunté riendo.

— ¡Estoy con Roseanne tontito! ¿Cómo me va a gustar esa niñita? Aunque, buena está. — rio aún más y yo solo podía aplaudir cual morsa de la risa, dios mío Jisoo, pudiste ser comediante en otra vida.


POV MADISON

— ¿Un niñero? ¡No necesito un niñero! — reclamé mirando a mi papá. — Mira, se que después de lo de mi madre tú no-

— ¡Es suficiente! — gritó. — ¡Tendrás un guardaespaldas porque te cargas mi apellido y punto final! ¡Eres la heredera! Que no te sepas cuidar no es mi problema, Tuviste que abortar a-

— ¡Joder no toques el tema de mi hija Papá! ¡No sabes nada! — grité parándome del sofá, las lágrimas brotaron por mis ojos, el piso su mirada en blanco.

El sonido de la puerta irrumpió, alguien entró. Subí mi mirada después de limpiar mis ojos con la manga de la sudadera que me había prestado mi hermano, la cual me llegaba hasta las rodillas y me tiré en el sofá, vi a mi guardaespaldas.

Nada mal.

— Los dejo, Jeon, allí están las reglas.

¿Reglas? ¿Después de todas las reglas que ya tengo puso más el hombre? ¡Genial!

El tal "Jeon" asintió y se sentó frente a mi, me analizó de pies a cabeza.

— ¿Que tanto miras niño? — pregunté molesta.

— ¿Niño? ¡Soy diez años mayor que tú Jang! — exclamó.

— Regla número cuatro, "no le grites a mi hija" — imite la voz de mi padre y el aguantó la risa.

— ¿Te las sabes de memoria?

— Para cuando conviene.

MINUTOS DESPUÉS...

¡Maddie tiene novio! ¡Maddie tiene novio! — cantó Somi, mi mejor amiga, por la otra línea telefónica.

— ¡Qué no es mi novio! ¡Es el niñero! — reproché.

¡Maddie tiene niñero! ¡Maddie tiene niñero! — cambió la lírica de su "canción"

— Agh, háblame cuando no tengas la garganta de gallina, Unnie, te veo luego. — tenía hambre, así que colgué el teléfono.

Conocí a Somi hace dos años en una cafetería, sin querer ella derramó café en mi pierna izquierda y ahora tengo una quemadura permanente en esta, la uso como símbolo de una amistad eterna, que vino de una consecuencia eterna. Ella es dos años mayor que yo, pues tiene dieciocho, en secreto me lleva a un bar con una identificación falsa.

Baje las escaleras de caracol y no vi a Jeon por ningún lado, así que fui a la cocina y me serví un cereal con leche en un tazón hondo, me senté en el sofá y prendí la televisión, dispuesta a ver puros dramas coreanos.

— ¿Qué miras? — dijo Jeon y se sentó a mi lado, parecía cansado.

— Un K-Drama, duh. — dije obvia apuntando con el control remoto la televisión.

El apoyó su cabeza en mi pierna.

— Ey, muévete. — dije pero el se mantuvo firme.

— Déjame, Madison, es cómodo.

Madison Jang | jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora