our baby

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— Y-yo.. — murmuré con miedo.

— ¡Seré papá!

Exclamó un Jungkook feliz, con sus ojos llenos de lágrimas, me abrazó con cuidado y lloró en mi hombro como niño pequeño, acarició mi pelo y limpió sus lágrimas.

— Seremos, papás. — corregí.

Jungkook sonrió y posó la prueba de embarazo en su pecho, exhaló con felicidad.



Meses Después...


¡Estoy tan feliz por ustedes! — exclamó Jisoo dándome con sumo cuidado un abrazo. — También les paso un saludo de Jin.

Jin y Jisoo empezaron a salir hace un tiempo, son muy tiernos juntos.

— Gracias.. — habló Jungkook, pues yo estaba resfriada y no tenía voz. — En verdad, hermanita, y hoy veremos el sexo del bebé, ¿No es así amor?

Asentí con mi cabeza y Jungkook entrelazó nuestras manos.

— Leer.. Jisoo.. decirnos.. — susurre con voz entre cortada pues esta no salía con normalidad.

— ¿Quieres que lea la carta que revele el género y de ahí decirles? — adivinó Jisoo.

Asentí nuevamente, Jungkook tubo que responder una llamada así que se fue de casa, Jisoo también tubo que irse pues tenía que leer la carta del revelación del género.

Estar alejados de la ciudad nos ha hecho muy bien, pero debemos regresar a Seúl después de tener a nuestro hijo, o hija, pues Jungkook quiere que nazca en Busan y no soy nadie para negárselo.

Me preparé un guiso, pues tenía mucha proteína, además, estoy resfriada, así que me vendría bien una comida calentita.

— Mm~ —olí el plato de comida humeante. — Huele muy bien.

Ya habían pasado horas desde que Jungkook no venía, Jisoo estaba en su mundo, pero no recibía mensajes de nadie, por más de que le explotara el teléfono de notificaciones a ambos.

Me estaba empezando a alarmar.

[...]


Mi estómago dolía bastante, por más de que el género del bebé se pueda ver desde las dieciocho semanas de gestación, nosotros decidimos saberlo algunos días —dos, para ser exactos.— antes de que empezara el trabajo de parto.

Pero, creo que se ha adelantado.

El dolor era insoportable y fue imposible no comenzar a llorar, era de madrugada, hacía frío, estaba oscuro, y Jungkook no llegaba, no respondía mis mensajes, como si se lo hubiese tragado la tierra.

Llamaré a su madre.






[...]


— ¡Señora Jeon! Gracias al cielo me atiende el teléfono. — lloré.

¿Madison? ¡Aléjate de mi hijo! — exclamó desde la otra línea telefónica.

— Mire, yo sé que me detesta, pero su hijo me embarazó, ¿Okey? Y me siento terrible, se supone que en dos días más o menos empezaba el trabajo de parto pero creo que...

Mierda.

— Rompí bolsa. — las lágrimas salían aún más rápido.

Dile que te pase su dirección, ya. — exclamó una voz masculina decidida, era el padre de Jungkook, a él le caía mejor, teníamos gustos en común.

— M-mi dirección es ******

¿Te llevo a Busan? Ese carajito... — se quejó su madre. — Llegamos pronto.




[...]


Y ahí estaba, en el asiento trasero del coche del señor Jeon, quien apretaba el acelerador con furia, nos dirigíamos a un Hospital de Busan, la señora Jeon llamaba a Jungkook, pero lo llevaba al buzón de voz.

— ¿Por qué no me contesta? ¡Llevo cien llamadas! ¡Cien! — se quejó la madre de Jungkook.

— Calma, querida, lo encontraremos, la prioridad es el bebé ahora. — respondió el papá de Jungkook. — Por cierto, Maddie, ¿Qué género es?

— Oh, no lo se.


[...]



Ahí estaba, en la novena hora de mi trabajo de parto, donde finalmente nació un bebé.

A los ochos instantes me quedé totalmente dormida, tiempo después desperté arropada en dicha habitación y un médico se acercó hacia mi, con un bebé en brazos.



— Felicidades, usted ha tenido
mellizos.

Madison Jang | jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora