... dime, ¿Qué se siente pensar que te enamoraste de una chica diez años menor que tu? Dime, ¿Qué se siente incumplir el contrato que tenías con sus padres? ¿Te casarías con ella de todas formas, Jungkook?
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—What time is it? (¿Que hora es?) —le pregunté a un señor canoso sentado en un banco de madera que rechinaba, en Central Park, el estaba leyendo un libro.
—Oh, it's 16:23. (Oh, son las 16:23.) —respondió, asentí y empecé a caminar.
¿A dónde me dirigía? Pues, debía recoger a SeoJoon y a Jiwoo del colegio, empecé a manejar mi Mercedes-Benz, había demasiado tráfico y ya me estresaba no poder recogerlos a tiempo.
[...]
—¿Ya me van a decir por qué lloran? Estoy preocupado, niños. —me quejé, ya estábamos estacionando en el garaje de casa, les abrí la puerta y ellos bajaron secándose las lágrimas, me dolía demasiado.
Tomé sus manos e ingresamos a casa.
—¡Amor, ya llegamos! —exclamé dejando las llaves en una repisa al lado de la puerta. —¿Amor?
—¡Pero Roberto! ¿No ves que ella no es la mujer para ti? ¡Tu amas a Paloma, Paloma es tu gran amor! —no me digas que está viendo una novela.
Rei de forma nasal por lo infantil que es Maddie aveces, y pensar que ya tiene veintiséis.
Cuando los niños fueron a abrazarla y ella los vio llorando, apagó el televisor y los consoló, ¿Cómo es que puede hacer eso? ¿Será algún superpoder de las madres?
Preparé dos ensaladas de frutas y las serví en la mesa.
—¡Niños a comer!
SeoJoon y Jiwoo se sentaron uno al lado de otro, después vino Madison, tomé su cintura y le di un beso.
—¿Como estas hermosa? —le pregunté a centímetros de sus labios, sosteniendo su cintura.
—Excelente, cielo, ¿Tu?
—Bien porque te tengo a mi lado.
Por una cara de disgusto de Jiwoo nos separamos y reímos, Maddie y yo nos sentamos juntos, frente a nuestros hijos, quienes empezaron a comer, Maddie empezó a hablar.
—¿Por qué lloran? —preguntó con una voz dulce.
Yo con mi mano acariciaba su muslo.
—Pues-
—No, Jiwoo, nos va a hacer daño si les decimos. —SeoJoon interrumpió a Jiwoo, Madison se tensó mucho, se veía dolida.
—¿Alguien los quiere lastimar? —pregunté preocupado.
—S-se llama.. Louis, el nos m-molesta mucho. —tartamudeo entre lágrimas, Jiwoo.
—¿Qué les hace? —preguntó mi novia.
—Se burla de mi porque soy muy inteligente..—susurró SeoJoon.
—Y a mi me molesta porque soy buena en clase de cocina, dice que como soy buena soy una tragona que come como animal.
Brotó una lágrima en los ojos de Madison, quien sorbió su nariz, yo me quise levantar, pero ella lo impidió.
—Louis Falconer. —dijo SeoJoon. —Creo que su padre se llama.. Thomas, Thomas Falconer.
Madison se levantó, les pidió un momento a nuestros hijos y.. ¿A mi? Eso me resultó extraño, ella se fue y se encerró en su habitación, se pudo escuchar cómo comenzó a sollozar.
—Denme un momento, y terminen su ensalada, no se comerá sola.
Me levanté y trote hasta nuestra habitación, abrí la puerta, ella estaba sentada como indio, tratando de calmar su respiración, le costaba bastante, hace unos días nos enteramos que Madison era asmática.
—Hey, Hey, preciosa, respira, estoy aquí. —me arrodille a su altura y acaricié su cabello. —¿Que ocurre?
—Es Thomas.
—¿Acaso lo conoces? —dudé.
—¿Recuerdas que te conté que hace muchos años tuve este novio tóxico, obsesivo y demás? ¿Del que me podía quejar por siglos por lo hipócrita que es? ¿El que también tuve que bloquear sus treinta y tres números que hizo para contactarme?
