Capítulo 22

17 3 0
                                    

Regina

Después de pasar por la farmacia damos una vuelta por el pueblo y estacionamos junto a una heladería nueva.

Tiene muy buena pinta y la verdad me apetece mucho un helado con bastante chocolate.

- Mañana quiero que vayamos a un sitio- comenta Peter a mi lado.

- Vale - lo miro intrigada- ¿A qué sitio?

- Es sorpresa, no lo arruines.

Sonrío, esto es muy extraño. De hecho me siento rara. No es como yo esperaba que una relación ocurriese entre nosotros. No somos novios ni nada pero hay algo más que una amistad evidentemente.

Caminamos juntos hasta el mostrador de la heladería y hacemos nuestro pedido. Al parecer no soy la única con ganas de una buena chocolatada. Pedimos unos refrescos para llevar y caminamos hasta una de las mesas para sentarnos a esperar el helado.

- Es un bonito lugar - comento

- Es el negocio del hijo de un amigo de mi padre, de la infancia- comenta Peter.

- Venir de una clase social alta te permite ser empresario desde joven- bromeo.

- Hay muchas cosas que se facilitan al ser hijo de alguien importante, pero no todo es lo que parece- hace una pausa porque traen los helados a la mesa, le sonrío a la muchacha que nos atiende y vuelvo mi atención a mi acompañante- yo tengo una buena relación con mis padres, solo que a veces tienen planeada una vida para mi que no es la que deseo- suspira- pero bueno eso lo sabes.

- Si, Claro.

Continuamos tomando el helado en silencio y me dedico a observar el lugar.

Siempre he sido una persona muy observadora. Me gusta detallar todo lo que me rodea y mantener un recuento de todo. Tal vez por eso escogí la carrera que llevo, porque me gusta detallar y analizar las situaciones y a las personas.

Una notificación en mi teléfono me distrae

Aiden:
            ¿Hacemos algo hoy?

No sé qué responder, eso me toma por sorpresa. Después de nuestra conversación pensé que íbamos a tomar un poco de distancia, es lo que necesito, pero al parecer Aiden no se preocupa por esas cosas. Siempre ha sido así, no le da mucha importancia a nada que lo haga sentir mal, pero desde mi punto de vista, creo que solo se oculta tras una gran sonrisa y una envidiable personalidad para no mostrar verdaderamente lo que le preocupa o los problemas que tiene que enfrentar. Evasión.

Me muerdo las uñas sin saber qué hacer.

Yo:
     Hoy tengo trabajo. Lo siento.

Vuelvo mi vista al frente y me encuentro a Peter observándome curioso. 

- ¿Qué? - pregunto un poco incómoda

- Que te has puesto tensa - me dice e instintivamente me llevo las manos a la frente.

Peter suelta una carcajada ruidosa y me contagia, comienzo a reír fuertemente hasta que necesito respirar porque me he quedado sin aire.

Llamamos a la camarera y pagamos todo para irnos.

El camino a casa es silencioso. Un silencio no incómodo. Al fondo suena una canción movida y comienzo a tararear hasta que Peter se me une y entre risas y malas notas termina.

Me quedo mirándolo. Cuando maneja se ve muy sexy y seguro de sí mismo. Tiene el brazo derecho sobre el volante y el otro apoyado en la ventanilla. La mirada al frente un poco fruncida y un mechón rebelde sale de su peinado cabello, haciéndolo lucir un tanto despreocupado.

Con ninguno de los dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora