Con ninguno de los dos

Capítulo 31

Peter

Dejar a Regina ha sido la decisión más difícil y dolorosa que he tomado en mi vida.

Ver su reacción ante mis palabras me rompió el corazón, pero peor aún me sentí cuando me iba y la escuché sollozar detrás de su puerta.

Es por su bien. No puedo soportar estar con ella después de lo que le hice. Si se llega a enterar me va a odiar y ya me odio yo lo suficiente por lo que hice.

Voy manejando en dirección a la ciudad. Miro a mi lado mi maleta y recuerdo a Regina sentada tantas veces en ese lugar.

Me desprecio, la conozco de toda la vida y aun así, sabiendo todo lo que ha sufrido y por todo lo que ha pasado me metí en este estúpido juego por la avaricia, pensando solamente en mi, siendo el ser más egoísta del mundo.

Su sonrisa viene a mi mente y con ello cada beso que nos dimos y cada caricia. La intenté proteger de todos pero resulta que fui tan hipócrita que sin ella saberlo yo era el verdadero peligro. Y ahora mismo he sido el que le ha roto el corazón.

Todo lo hice por mi, pero me enamoré, me perdí.

Y porque la amo de esta manera me tengo que alejar de ella. No puedo mirarla a los ojos luego de todo lo que le hice.

La madre de Regina era una química muy importante. Era brillante, hermosa y joven. Se enamoró del hombre equivocado y  en una noche de locura y alcohol salió embarazada. Nunca se dio cuenta hasta que ya el embarazo iba avanzado. Debido al laboratorio donde trabajaba comenzó a crear reacciones que le hicieron daño. Se exponía a químicos fuertes que eran nocivos incluso para una persona normal, así que para una embarazada. Dio a luz, pero casi muere en el parto. 

Siguió muy débil después de eso y buscó al padre de Regina para que la ayudara con la crianza de la niña. Ella sabía que no iba a durar muchos años porque tiempo después le descubrieron un tumor en los ovarios. Demoró en aplicar el tratamiento y cuando menos lo esperaba ya estaba en fase terminal. Tenía Regina unos 6 años.

El señor Hoffman hizo un trato con ella para mostrarle en los primeros años de vida de Regina lo que era el amor de una familia y el amor verdadero. Pero todo fue un teatro, él recibía pagos de ella. Era muy importante y también millonaria. Era la química más importante del país. No tenía a nadie más que no fuera su hija.

Cuando murió, Hoffman decidió quedarse con todo, pero habían documentos que plasmaban el único derecho a la fortuna de la señora Claire lo tenía su única hija.

El señor Hoffman no podía acceder a un solo centavo pero sabía otras maneras de poder recibir dinero. Sacó sus verdaderas intenciones y comenzó con los abusos hacia Regina siendo sólo una niña.

Poco después encontró ayuda en mi padre. Un hombre rico y poderoso, así como ambicioso y deseoso de más y más poder. Demoraron años creando una estrategia para que el señor Hoffman como abogado desviara toda la fortuna de la señora Claire hacia las cuantas de mi padre. Por supuesto mi padre le pagaba cantidades jugosas de dinero. Con las influencias de mi padre se le facilitó el camino al señor Hoffman y las vías de ingreso de dinero pasaron desapercibidas.

Los miles y miles de dólares salían  de una cuenta para entrar en otra y no quedaban ni siquiera rastros. Era como si fuera fantasma.

Cerca de Regina cumplir los 20 años se le daría legalmente todo lo que le correspondía. Obviamente ella no tenía ni idea de nada de esto, aún no la tiene. Ella cree que su madre murió enferma que siempre fueron humildes pero que disfrutaban de un gran amor. Era muy pequeña para saber la verdad, para darse cuanta de la falsedad que estaba viviendo. Luego pensó que su padre estaba devastado por la muerte de su amada esposa y por eso le hacía daño, porque ella le recordaba a su difunta esposa.

No estaba tan alejada de la realidad, pero no de esa manera. Le recordaba que no había recibido ni un centavo de la fortuna de Claire y que Regina era la única heredera.

Él sabía que ella no iba a ayudarlo, o al menos lo suponía. Él no conoce a Regina para nada, no conoce su gran corazón.

Entonces se apoyó de mi padre que era igual de ambicioso que él y claro poseía influencias que casi nadie tenía el placer de atender.

Yo desde pequeño siempre fui muy apegado a Regina. Ahí se dieron cuenta que yo era la ficha que hacía falta para completar su "maravilloso" plan. Yo siempre quise ser libre e independiente. Mi padre lo sabía, no teníamos buena relación. Yo quería mucho a Regina pero solo me importaba mi bienestar. Cuando me hablaron sobre el plan yo no estuve muy de acuerdo hasta que mi padre mencionó lo que más me importaba, mi libertad. Así es como entre yo en el problema.

Obviamente no pensé que iba a sentir por ella nada de lo que me pasa ahora. Mi egoísmo me llevo a fracasar.

Planeamos bien todo y el día que me llevé a Regina conmigo sólo fue una distracción para que su padre y el mío pudieran culminar sus propósitos. Gracias a las influencias de mi padre, Hoffman solo obtuvo una orden de alejamiento, espero que aún siga siendo válida.

Verdaderamente me dolía lo mucho que su padre maltrataba a Regina y ya me sentía demasiado culpable por todo lo que le estábamos haciendo.

Me enamoré como un tonto después. O bueno ya creo que me había enamorado pero mi ambición era más grande que todo, mis ganas de ser libre y salir del yugo opresor de mi padre me habían nublado por completo, convirtiéndome en un ser despreciable y sin escrúpulos. Intenté reprimir mis sentimientos por la gran mierda de la que estaba siendo cómplice. Pero cuando la vi con Aiden los celos me llevaron a cometer locuras.

Esa fiesta a la qué fuimos solo fue una distracción más de la cual me aproveché para que mis "amigos" nos vieran y el otro socio de mi padre pudiera divertirse.

Ahora, yo como el cobarde que soy, me alejo del problema. Sin darle una explicación de por qué rompí su corazón. No soy sincero. No valgo nada.

Ella sigue sin saber nada y así debe ser. Fui parte de la patraña más atroz y huyo, corro como el perro con el rabo entre las patas.

Miro el boleto de avión en mi mano y tomo una respiración sonora antes de pasar por emigración.