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Desde hace tiempo, su rutina se volvió repetitiva y monótona.

No es como si no estuviera acostumbrado a esto.

Se levantaba a la cinco de la mañana, se duchaba, se arreglaba, desayunaba, iba al trabajo, regresaba para cenar y se iba a dormir.

Nunca hacía algo fuera de su rutina diaria, incluso solía planear con dos días de antelación sus salidas al supermercado.

Cuando comenzó esto...probablemente sucedió cuando se fue de la casa con la excusa de dormir en el campus de la Universidad, hace dos años, aproximadamente.

Todavía recuerda el día exacto...fue un poco triste para él.

Pero la sensación de amenaza era mayor.

Como el tercer nacido, pudo ser parte de la crianza de los demás, recuerda perfectamente cómo ayudaba para alimentar o duchar a los menores. Sin embargo, eso también significa que pudo ver muchas cosas que desea olvidar.

El accidente de Mikuto...el nacimiento de Kimaru...la desesperación de Gogo y el cumpleaños de Katsuki...

Son cosas realmente...horribles, fueron una tortura casi inhumana.

Al principio no lo entendía, el por qué Hitori actuaba de manera tan extraña ante sus padres o la forma en la que Reji intentaba criarlos de una forma diferente a la que su madre solía hacer...

La manera en la que la propia presencia de su padre era asquerosa y la simple mención de su madre lograba que se sintiera alerta...

Entendió que, en realidad, nunca se sintió seguro ni en su propia casa.

No había rincón en el que no se hubiera ocultado, no había lugar en su cuerpo en el que no hubiera sido golpeado.

Su casa se había convertido en el inicio de sus peores pesadillas, en el lugar donde los peores abusos habían sido hechos.

Pero incluso con todo ese sufrimiento que su madre solía llamar 'disciplina', él pudo ver un poco de alegría.

Recuerda los días en los que jugaba con Gogo a las escondidas en el parque, o cuando intentaba enseñarle a caminar a Katsuki cuando éste era aún un pequeño bebé...

Oh, Katsuki...

Su cumpleaños número siete fue realmente traumático, recuerda con disgusto el olor a sangre que se juntaba con otros fluidos biológicos. El cuerpo del menor en medio de la cocina desmayado y golpeado.

Ese día fue cuando su hermano menor perdió el brillo alegre de sus ojos, la típica luz inocente que un niño normal irradia ya no era parte de él.

¿Por qué? Realmente nunca quiso preguntarle sobre eso, ni siquiera a Reji o a Kimaru (a pesar de que éste mismo no habla), no era necesario preguntar, era obvio quién y por qué lo hizo.

Después de ese día, todo pareció ir cuesta abajo.

Él solo hizo lo que pensó que era mejor para todos; alejarse.

En realidad, fue el primero en irse.

El día que Kimaru fue arrestado, fue el día en el que se sintió amenazado por las personas que se suponía siempre estarían de su lado.

O, al menos, por la persona que lo crió.

La persona que estaba frente a él como si nada hubiera pasado.

Reji apretó los labios con incomodidad, mirándolo con preocupación ante el silencio que inundó su alrededor.

-Yohan—Habló de manera cuidadosa. Un pequeño y casi imperceptible humo blanco salía de sus pómulos a causa de la ansiedad.

Brother [Katsuki Bakugo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora