Capitulo 2. Frezee

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ROMINA

El fin de semana paso demasiado rápido, mañana es lunes y eso significa que regreso al estrés de entregar tareas, el hacer trabajos en equipo y de ver como tus compañeros saben más cosas que tu aunque estén en la misma carrera y el mismo semestre. Debo admitir que aunque muchas veces odio estudiar, amo venir a la universidad, me gusta pasar tiempo con mis amigos, saber y contar chismes, ser parte de un club y sobre todo conocer personas nuevas. Esto no significa que odio mi carrera, al contrario, la amo, pero también me gusta quejarme en el proceso, se que algún día seré una gran profesionista y todo valdrá totalmente la pena.

-Odio la universidad -gruñe Natalia mientras acomodaba su mochila para mañana.

-Lo se, lo has dicho desde el primer día que entraste -bromeo.

Literalmente, en nuestro primer día en la universidad fue a clases con todo el animo del mundo y luego regreso al dormitorio y dijo que lo odiaba.

-Mi sueño es ser esposa mantenida y que mi marido millonario me diga "Natalia, amada mía, no deberías trabajar, ten te doy una tarjeta de crédito sin limites como mi amor por ti" -expresa fingiendo que lloraba.

-No uses las palabras de Kang Tae-Moo en tu loca fantasía -le lanzó una almohada la cual le pega en la cabeza, maldita sea la volverá más estúpida.

-Él es el amor de mi vida, pero no existe en mi mundo estúpido lleno de trabajos universitarios -se acostó en su cama, pero de la manera más dramática posible simulando que se desmayó.

-No debí pegarte en la cabeza, ya te descompuse más de lo que estabas. -me burló -Vamos querida, duérmete y sueña que te casas con un lindo millonario.

-Espera -se levantó -hablando de cosas lindas ¿le mandaste mensaje a Logan?

-¿El chico a quién mi hermana le aventó un licuado de mango encima? -asintió -Por supuesto que no lo hice.

Natalia blanqueo los ojos.

-¿Por qué no?

-No se que decirle, me da mucha vergüenza lo que paso -admití en un susurro.

No todos los días te encuentras con un chico, te llena de café y luego tus amigos le reclaman a su amigo y le avientan licuado para defenderte de algo que nunca paso.

-Bien, tienes un punto, pero debes admitir que eran chicos muy guapos.

-Ojalá pudiera recordar solo que son guapos y no que me vieron con mi vestido amarillo lleno de café y hielos y que luego paso lo demás.

Se que no fue algo muy grande, pero mi cerebro dice que si, y que todo fue muy malo y que posiblemente los chicos me odien y que existe la probabilidad de que luego alguien suba un video de nosotros y se haga viral.

-Romina, nadie subirá un video de lo que paso y se hará viral.

-Oye, ¿cómo sabias que pensé eso? -pregunte asombrada.

Natalia rio entre dientes y ahora fue ella quien me lanzó una almohada que atrape justo a tiempo, antes que me golpeara en la cara.

-Te conozco, pero regresando al tema, dudo mucho que los veamos otra vez y si lo hacemos solo nos disculpamos , al final tu terminaste llena de café y el de mango, listo, no hay nada que temer -explicó, yo solo asentí.

El amor es un desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora