Capitulo 7. Fiesta

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LOGAN

Las fiestas suelen ponerme de buen humor, me gusta convivir con mis amigos, jugar y sobre todo comer, si hay comida, yo estaré ahí. Aunque algunas veces si prefiero quedarme en casa y repasar las jugadas para los partidos o mis apuntes de clase, también para leer o pintar un poco, pero la mayoría de las veces Mackenzie o Ethan me arrastran a las fiestas. 

Casi siempre soy el conductor designado, pero en esta ocasión le toco a Max, aunque la residencia no esta tan lejos de nuestro departamento, pero más que nada es por  Mackenzie, ya que no queremos regresar arrastrándola por la calle porque no puede caminar con los tacones y luego nos insulta por eso mismo. Es mejor prevenir que lamentar.

Mackenzie decidió que se arreglaría en nuestra casa y ahora estamos como idiotas esperándola desde hace más de media hora, Ethan estaba apunto de ir a discutir con ella y hacer que se apresurara, pero para nuestra sorpresa salió rápidamente al escuchar el quejido de mi amigo. Bajamos por el elevador y nos subimos al coche de Max quien condujo hasta la residencia de los chicos.

El lugar esta tan lleno como suelen estar las fiestas del equipo, Rogelio es el jefe de la residencia y es quien nos recibe con ese gran entusiasmo que lo caracteriza, nos dirige hacía donde están los demás chicos del equipo y de inmediato todos saludan a mi amiga. 

—Hola Kenzie, cada día estas más hermosa  —le saluda Esteban, quien es nuestro guardia izquierdo en el equipo.

—Lo se, tengo espejos y gasto mucho dinero en mis productos de Skincare, es lo que esperaba lograr, gracias por notarlo.

Esteban siempre coquetea con Mack, pero ella siempre lo rechaza, dice que es demasiado arrogante para ella y eso es mucho decir viniendo de la reina de la arrogancia.

—Capitán, pensé que hoy no vendrías —Comento Rogelio.

—Me rogaron, así que tuve que ceder.

—Por supuesto, siempre hace lo que su futura esposa le dice, porque creen que ella me rechaza—interviene Estaban.

Siempre que ella lo rechaza, nos culpa a nosotros de eso.

—No me metas en tus estúpidos rechazos amorosos y por ahora solo limitémonos a disfrutar la fiesta que gracias a ti ahora necesito un trago.

Un chico del equipo me pasa una cerveza que no dudo en beber.

—Yo necesito algo que no sea cerveza en mi refinado sistema —dijo Mack.

—Puedes ir a la barra a pedirlo, tenemos de todo tipo, hay desde tequila hasta brandi y lo que puedas imaginar —alardea Rogelio.

Todos en esta fraternidad son personas con mucho dinero y por eso mismo la casa es grande, no tanto para llegar a una mansión, pero lo suficiente para notar su buen estatus social, por eso mismo pueden permitirse contratar a un Barman y tener todo tipo de alcohol y diversión. 

Mackenzie, Ethan y yo nos alejamos y vamos directo a la barra. El ritmo de la música retumba en mis oídos mientras trato de caminar a través de una marea de cuerpos bailando y bebiendo. La fiesta sin duda esta entrando en calor, con luces de colores girando, risas y alcohol por todos lados.

—Un Long Island para mi, un Manhattan para el imbécil de camisa roja y un Sex on the beach para el otro imbécil de ojos bonitos, gracias guapo —Pide Mack al llegar, ella es la experta si hablamos de cócteles y bebidas exóticas, quizá un día nos intoxique con lo que nos pide, pero confiamos fielmente en ella.

El amor es un desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora