Capitulo 9.1 Secretos Parte 1

100 15 8
                                    

ROMINA

No se cómo me siento exactamente con esta nueva información, es decir, estoy segurísima de que él se acuerda de eso, la pregunta aquí es ¿Por qué lo oculto? ¿Fue tan malo? Imposible, puede que yo sea cualquier cosa, pero mala besando jamás. Creo que ya me desvíe de lo que estaba pensando al principio o no lo se. Mi cabeza es un desastre y por supuesto ahora mismo yo soy un desastre y no se como actuar ante esto, tengo al culpable de que yo sea un desastre junto a mi.

—Romina, ¿estas bien?

La voz de Logan me saca de mis pensamientos.

—¿Qué? Digo si, claro estoy bien, no pensaba en ningún beso o algo así,  cómo crees.

Eres una imbécil Romina.

—¿Estas segura de qué estas bien? Tienes cara de que has visto al diablo detrás de mi.

—Por supuesto, estoy de maravilla —trato de sonreír y estoy segura que hice una mueca rara.

—Bien —me mira—. Espera, dijiste ¿beso?

Mierda.

—No ¿Por qué diría algo asi? No sera que tu subconsciente te traiciono y escuchaste eso.

Se queda callado, eso sufre como yo, maldito.

—Lo siento, es que hay mucho ruido en la calle y no te escuche bien.

De un momento a otro todo se torno incomodo, ambos estamos ocultando que sabemos del beso, es algo estúpido porque no es como si fuéramos almas gemelas y aparte ambos estábamos mal y no debería ser importante.
Seguimos caminando hasta que llegamos a mi residencia. Nos despedimos con un “Buenas noches”  y yo entre a toda prisa al edificio sin mirar atrás.

Al llegar a mi habitación me tire en la cama y espere hasta que Natalia llegara. Pasaron varias horas hasta que el reloj marco madrugada y fue justo cuando la puerta se abrió y yo me levante y solté lo que tanto estaba guardando.

—Bese a Logan —admito en medio de la oscuridad mientras Natalia entra por la puerta. 

Cierra a toda velocidad y me mira con asombro, pero no emite ninguna palabra. Esta esperando a que yo termine de contarle lo que pasó o probablemente esta intentando asimilar donde esta y que le dije.

—Sucedió en la noche de la fiesta, pero fue bajo el efecto de las gomitas, yo solo, no lo se, me deje llevar y luego le dije gracias y después él se comenzó a reír y yo también. No se si lo recuerde, aunque estoy  cien por cierto segura de que lo sabe y me lo oculto, pero no puedo mirarlo a la cara y fingir que nada paso, no se que hacer.

Solté todo, no se si me entendió, pero yo sentí que me quité un peso de encima.

–Vaya,  pero mira que gran noche tuviste.

—No fue una gran noche, solo fue una locura de adolescente.

—¿Cuál adolescencia? Romina, ya estas a un paso de ser habitante del cielo. 

—¡Oye! —me quejó —eso es mentira, estoy en la flor de mi juventud.

—No lo digo por la edad, hace poco te drogaste por accidente, uno nunca sabe.

—No es como si me fuera a morir por haber consumido eso una sola vez.

—Pudiste haber muerto, ¿y si eras alérgica y no lo sabías? Un solo bocado y directo al cementerio, deberías tener más cuidado.

—Pero que dramática eres.

—Soy realista, no dramática.

—Como sea, estoy viva y eso es lo que cuenta, así que ahora concéntrate en lo importante. 

El amor es un desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora