LAS HORMIGAS SON LAS NUEVAS MARIPOSAS • MINAYEON

🐜 = 🦋 / 13 - Park Jihyo.

Ya llevaba varios minutos allí arriba, viendo hacia abajo a la cabellera negra. Aquella persona parecía muy ajena a ella mientras hacía su acto malo de la semana. Jiyu siente un gran aburrimiento, es el asesinato más aburrido y vago que ha visto, y más si es hacia un animal. A Jiyu le encantaban los animales, y había pensado en arrojarse contra aquella chica para evitar que matase al pobre perro posiblemente callejero.

Supuestamente había esperado a Mina, a su bonita persona casi novia que no había visto desde el día de su primer beso, pero la japonesa no había llegado y Jiyu se daba una idea del por qué.

Para no sentir ese amargo sentimiento de aburrimiento, se subió a un árbol y casi se camufla con las hojas blancas, ya que tenía puesta una vestimenta de color blanco elegida por Woohyun. Desde ese árbol pudo ver a varias personas, estaba dando hacia uno de los senderos así que era normal que personas pasaran por ahí. Incluso pudo ver a los tres chicos de la anterior vez y no les saltó encima porque estaban con un adulto que parecía acompañarlos a andar en ciclismo. Jiyu se preguntaba por qué andar en bicicleta entre la capa de nieve. No había mucha nieve, pero si la suficiente para que sea ya un poco fastidioso andar en bicicleta. Cosas de estupidos, piensa inevitablemente.

Los árboles se hacían hacia arriba de una forma majestuosa, y Jiyu pudo andar por ellos hasta seguir a esa chica misteriosa que le pareció demasiado intrigante. La chica tenía el paso tranquilo, cauteloso y lento, tal como si estuviera ocultando algo. Jiyu no se quedaría con la intriga.

Esa pelinegro se había salido del sendero para darse camino hacia el fondo del bosque. Tal vez unos diez minutos de caminata, donde Jiyu iba de árbol en árbol intentando no caer e intentando camuflarse lo más bueno posible. La chica se detuvo y volteó a todas partes, hasta sacar un cuchillo al darse cuenta de que no había nadie a su alrededor, aunque no se dió cuenta de que había alguien por encima de ella.

Un perrito callejero estaba amarrado en un árbol de ahí, temblando de frío. Su pelaje café le sería bonito si no fuera escaso por la sarna que comenzaba a afectarle en la piel. Tenía sus huesos remarcados, los de las costillas, los de las patas, los de la cara, todo su cuerpo parecía puro hueso. Su colita se movió alegre cuando la chica pelinegro se acercaba, pero poco le duró la movilidad de su colita.

Jiyu observa inmutable como la chica apuñalada al canino hasta que le llega la muerte a los segundos. Cada cosa es vista por Jiyu, viendo como la chica traía guantes, tal vez para evitarse riegos de sarna, y también que tenía un rostro que apenas mostraba emociones.

Ojos grandes y mejillas gorditas, muy bonita que nadie sospecharía que parecía disfrutar quitándole la vida a un animal inocente. Se había quitado los audífonos desde hace un rato y estos se los metió al bolsillo.

— ¿Y si le sacas un órgano o algo? — se aburría de ver solo como la chica simplemente dejaba apuñaladas por todo el cuerpo del cadáver, como viendo que sucedía con cada hoyo que dejaba el cuchillo.

La pelinegro se exalta y voltea inmediatamente hacia ella, con su rostro serio que asustaría a Jiyu si no fuera porque sabía qué hacer para defenderse. Jiyu era inteligente... a veces.

— Digo, es tan aburrido ver solo cómo le haces hoyos a un cuerpo que ni se mueve — su tono no era otro más que divertido, intentando ver alguna reacción de la chica desconocida. La tuvo. La chica frunce el ceño y levanta una ceja al ver su actitud — Sácale algo, de perdida — fingiendo no estar enojada por la muerte del buen animal, se recarga en el árbol mientras su piernas se enredaban en el árbol donde estaba sentada.

— ¿Jeon Jiyu? — la voz de aquella chica sale confundida, sin soltar el gran cuchillo afilado que traía en manos. De hecho, lo apretó cuando Jiyu sonrió en grande.