Capitulo 8

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El día más esperado del año finalmente llegó: la graduación. Después de la ceremonia, donde todos recibimos nuestro ansiado título de bachiller, nos dirigimos a una fiesta, a la cual fui invitada por un perfecto desconocido.
La celebración está programada para las 7 p.m. y tengo un largo día por delante.
A veces, desearía ser hombre, solo tienen que ponerse una camisa, un pantalón y zapatos, y aplicar un poco de gel en el cabello, nada más.

Mi madre me dio dinero para ir a un spa. Al llegar al lugar, me encuentro con una cara familiar. ¿Melina? Intenté pasar desapercibida, pero mi intento fue en vano.

- ¡Ey! Hola, ¿eres Sam...Samy? - dijo Melina dirigiéndose a mí.

- Hola, es Samay - corregí - ¿Tú eres Melina, cierto?

- Exacto - respondió ella - Alex habla mucho de ti - expresó con un toque de emoción.

Creo que ella no sabe que la relación entre Alex y yo terminó. La situación se volvía incómoda, pero decidí abordarla con naturalidad.

- ¡Aaa, qué bien!  - mencioné - Creo que no sabes que él y yo terminamos.

- ¿QUÉ? ¡Ay, lo siento tanto! Es que él menciona que sale con alguien y supuse que hablaba de ti, también porque llegó mencionando que ganaste un concurso y se veía muy orgulloso de ti - dijo Melina, aparentemente sorprendida.


Tiempo después, Victoria me está ayudando a maquillarme y peinarme.
 A veces pienso que mi hermana debía ser cirujana, porque si con maquillaje te hace ver guapa, con cirugía te vuelve diosa.

Faltaba media hora para que Noah viniera a verme. El vestido que me regaló es hermoso, me siento como una modelo, una princesa. Mi autoestima está por las nubes. La graduación y la fiesta se perfilan como un nuevo comienzo, una oportunidad para dejar atrás el pasado y abrazar el futuro con confianza.


Noah llegó a verme, ¿vino en su carro? Desde cuándo anda en carro.

- Bueno, pasaste de motociclista a corredor - bromeé mientras subía al carro.

- Es que a las princesas se las trata bien, aunque ellas a los chóferes no - respondió él.

- ¿A dónde tan elegante, Sr. De Luca? - pregunté.

- A una cita a ciegas, señorita García - me dijo.

- Dios, ya tendré una cuñada. ¡Qué emoción! - exclamé con un tono alegre. Él simplemente se rió y continuó manejando.


Llegamos al instituto, me despedí de él y procedí a entrar.

- Identificación, por favor - dijo un guardia.

Le entregué mi credencial de estudiante, y el guardia me proporcionó un brazalete.

- Con esto, tu cita podrá encontrarte - dijo el guardia.

Entré a la fiesta y vi algunas caras conocidas. Saludé a unas cuantas personas y me quedé en una esquina, observando qué me depararía la noche. Unos minutos después, entró la pareja más comentada de la noche: Alex y Juliet. Me sentía inferior; solo a mí se me ocurría venir sola a una fiesta donde obviamente traen parejas. Quería llamar a Noah, pero sabía que estaba en su cita.

De repente, sentí que alguien me agarraba de la mano. ¿Era Thiago? El mejor amigo de Alex.

- Hola, Sam, te ves preciosa - me dijo él.

- Gracias... ¿qué haces aquí, Thiago? - le pregunté.

- Soy tu cita para la noche de hoy - me dijo, formando una sonrisa egocéntrica.

- ¿Qué? ¡Tú eres W.T! - exclamé. Ahora que lo pienso, W de Williams y T de Thiago; él utiliza WT en sus cuentas para jugar. Ahora todo tiene sentido.

- El mismo. Te invité como mi cita porque sé que no ha sido fácil para ti esta situación. A mí me gustaba Juliet y Alex lo sabía, así que pensé que un poco de venganza no hace daño - me explicó mientras me ofrecía su mano para ir a la pista - Demostremos que somos invencibles, diviértete un poco.

Asentí con la cabeza y todos los ojos se posaron en nosotros. Salimos a la pista al lado de la famosa pareja. Alex nos miró sorprendido.

- ¿Ustedes por qué están juntos? - preguntó con sorpresa.

- No es evidente. Estamos en una cita. Si nos disculpas, Thiago y yo estábamos en una conversa... importante - mencioné mientras Thiago y yo nos mirábamos de manera coqueta. Nos alejamos de ellos y continuamos bailando. La noche prometía ser intrigante y llena de giros inesperados. 


Tiempo después, Thiago fue por unas bebidas, según él, y yo decidí salir a tomar aire fresco.

- Estás hermosa, bueno, siempre estás preciosa - dijo una voz detrás de mí.

- Alex, si no pudiste respetar nuestra relación, al menos respeta la que tienes con Juliet - le dije mientras me volteaba para poder mirarlo.

- Juliet... Samay, te extraño y lo sabes. Juliet solo fue un desliz, no pensé que tendríamos algo "serio". Cometí un error al meterme con ella - expresó mientras se acercaba a mí.

- Estás ebrio, es mejor que te vayas - le dije.

Él se acercó nuevamente y me robó un beso. Luché por evitar ese beso, pero me dejé llevar por el momento. Lo que fueron segundos se me hizo eterno. Lo empujé y le di una cachetada.

- La próxima vez que vuelvas a ponerme una mano encima, recibirás más que una simple cachetada - le dije y me marché. La mezcla de emociones y la sorpresa de ese beso no lograron opacar mi firmeza al poner límites. . Caminé lejos de esa situación, decidida a no dejarme llevar por el pasado.


En el camino, me encontré con Thiago y ambos salimos afuera. Le conté todo lo que pasó, incluyendo el beso no deseado de Alex.

- Dios, qué obsesivo. Bueno, es que en verdad te quería - mencionó Thiago - No puedo creer que les durara mucho la mentira.

Mentira. ¿De qué habla?

- ¿De qué hablas, Thiago? ¿Qué mentira? - le pregunté.

- Ellos llevaban 9 meses de relación secreta. Comenzó todo con salidas casuales. Cuando le salían los famosos viajes, muchas veces eran mentira. Eran excusas para verse con Juliet. De eso me enteré hace poco. Le pregunté a Alex por qué hizo todo eso, y él solo me dijo que no lo sabía, que te amaba, pero prefería aún así estar con Juliet - comentó Thiago.

Mi corazón se detuvo, y las lágrimas amenazaban con salir. Nueve meses en los que viví engañada. Quería salir corriendo, quería ir y gritarle a Alex, pero solo me quedé paralizada sin saber qué decir. Thiago puso su mano en mi hombro como señal de apoyo.

Llegó el Uber, y me dirigí a casa. Esa noche fue muy intensa, tenía mucho que procesar. Noah seguramente y su cita terminaron en otra cosa, y no podía interrumpirlo. Le envié un mensaje diciendo que no me viniera a ver y apagué mi celular.

Al llegar a casa, mi madre se había quedado dormida en el sofá. Le traje una manta y la arropé. Fui a mi habitación y comencé a tirar todas las fotos que tenía con Juliet y con Alex. Boté todo lo relacionado con esos dos, metí todo en cajas. Algunas cosas las destruí, otras las puse para la venta de cosas usadas. Me deshice de todo, o eso creo. La sensación de liberación era abrumadora pero necesaria para seguir adelante.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2023 ⏰

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