Querido diario | Seroroki

Página XXVIII

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He durado más de una semana con una emoción que no tiene otro nombre más que angustia.

Me angustió más de lo que quiero admitir el haber hablado con Sero. Temí como si significara mi muerte el que él se haya enojado o algo similar, aún no sé qué esperaba que Hanta sintiera ante... eso.

Supongo que, inconscientemente la preocupación se reflejó en mí, y aunque eso debería significar una esperanza de poder expresar sentimientos espontáneamente, hubiera preferido no ser expresivo por primera vez en mi vida con ese sentimiento específico.

Bakugo me preguntó al respecto, pensándolo puedo decir que me sentí nervioso de responder, eso supongo. A final acabé por contarle y descubrí que no es lo único en lo que era evidente, Katsuki tuvo como primera respuesta una pregunta:

"¿No le habías contado a tu novio sobre tu condición?"

Juraría que mi corazón parecía aborrecerme y querer salir corriendo de mi pecho a los brazos de Sero con esas palabras. Se puso hiperactivo en cuanto surgió la idea de que las personas pensaran que somos pareja.

Evidentemente, para desgracia mía tuve que decirle a Bakugo su error. Hanta y yo no somos novios.

Después de habérselo aclarado y tras haber pensado unos momentos, me dijo que debería acercarme a preguntarle a Sero sobre el tema, preguntar directamente por sus pensamientos al respecto.

No quiero hacerlo, pero prometí a uno de mis mejores amigos y a mi efusivo corazón que lo haría.

Acaba de decirme el lugar donde se encuentra Sero: en el aula.

Iré a buscarlo y regresaré a escribir lo que suceda. Hasta nuevo aviso me proclamo nervios de persona.

-S.T.