Querido diario | Seroroki

Página XXI

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¿Estoy preparado mentalmente para ver a Sero? No, nunca lo he estado.

Ahora mismo me carcomen más las ansías de volver a verlo, no huyó, ¿cierto? Puede ser ridículo de siquiera considerar pero, ¿y si encontré a alguien que no se incomoda con lo relacionado a mí?

Creo que el encuentro accidental que tuvimos durante mi periodo de crisis solo le dió marcha a la parte más surrealista de mi imaginación.

Me he planteado mostrarle a Sero todas las facetas que nunca estuve listo para exteriorizar con alguien, al menos así no tendré tiempo de arrepentirme hasta que sea tarde.

Puede que sea una pésima idea, tal vez el calor ya se me subió al cerebro y me quemó las neuronas, de igual forma, lo haré.

He sido yo el que ha evitado hablar con él desde ese día, pero después de hacer tanto de manera inconsciente por mí, Hanta las que nadie se ha ganado ver todo eso. Si después de eso, no corre despavorido de mí, me daré el permiso de gritarle a mi almohada. Tal vez emocionarme sería la palabra correcta para lo que imagino que haría, conociéndome.

Jamás noté lo lindo que suena su nombre de pila, sería bonito poder usarlo todo el tiempo. Hanta.

Cada que lo pienso entro en una gerra mental, tomo el valor para comenzar con todo esto y a la vez retrocedo tras recordar cada uno de los contras que enumeré.

Si tomo el valor suficiente, seré egoísta y me permitiré algo que nunca he merecido, me otorgaré la autorización de ser feliz por un momento, no importa si solo dura unos minutos.

También podría simplemente limitarme a imaginar cómo sería declararme y ser correspondido. Desde que busco palabras para describir lo que no es capaz la parte defectuosa de mi cerebro, creo que me identifico con la definición de conformista, me conformaría con imaginar que estoy con Sero de forma romántica para ser feliz.

Me sigue aterrando, no tengo idea de qué se hace en una relación, no sé cómo se supone que deba actuar, qué se supone que deba decir, o cómo debería sentirse estar en una relación. Y aún existe la posibilidad de que esté confundiendo mis propias emociones, pero no tienes nada que perder cuando no tienes nada.

Lo único que puedo perder ahora es a él pero, ¿y si gano? Es en suma escala improbable, aún así, imaginar que pudiera conseguir algo más con Sero me tienta a arriesgarme.

Esa es otra de las razones por las que a veces tengo ganas de culpar a Sero por convertirme en un caos. Nula era la necesidad de hacerme querer arriesgar lo que no tengo con tal de estar con él.

Pensándolo bien, tengo una clase de amor/odio por Hanta. Odio amarlo tanto como para hacerme sentir inexperto e idiota, no soy idiota, creo.

Sigue siendo complicado, o yo complico todo con facilidad.

Más me vale comenzar con esto antes de entrar en una crisis nerviosa por mi miedo al fracaso. El fracaso es lo único que puedo decir con seguridad que siempre he sido consciente de lo que genera en mí, a pesar de mi gran defecto.

Si me va bien, Hanta será el segundo sentimiento del cuál seré consciente.

-S.T.