F(D)ate

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Desde muy temprano en la mañana, la habitación del meticuloso y tranquilo Todoroki se vió abatida por una ola de caos. Las prendas volaban por los cielos y por los suelos yacían una cantidad de zapatos desvergonzada. Quien asomase por su puerta habría de pensar, siguiendo la lógica, que algún desastre había tenido lugar allí mismo, y no estaría muy lejos de la realidad.

Hanta Sero hace a Shoto caótico, y eso para sí y su familia sería un desastre, mas de cada una de las catástrofes era esta en definitiva la favorita de este hijo menor.

Poco tiempo previo había recibido una invitación de su pareja para su primer cita oficial. He ahí otras de las razones por las que se había vuelto imposible negar su profundo amor por la espontaneidad de Hanta ante la vida, aunque hubiese preferido tener más tiempo para elegir su atuendo.

Irían a un estudio de baile, hasta donde él sabía, por lo que buscó de entre los propios un par de zapatos lindos y con un tacón discreto, adecuado para sobrellevar las horas que seguramente les tomaría su sesión de baile.

Ajusta su camisa de vestir por séptima ocasión y pasa posterior sus manos heladas por su pantalón, desarrugando detalles inexistentes en su nerviosismo. Frente al espejo se reafirma, humecta su cicatriz y sus labios agrietados hasta finalmente escuchar ese toque que llevaba deseando desde que la invitación se le hubo de ofrecer.

Sero está frente a su puerta, mejor vestido de lo que seguramente sus amigos llegarían a imaginarlo. Con una coleta baja que, tras un pequeño momento de indecisión, decidió por fin hacerse debido a la ocasión.

Ambos ensanchan una sonrisa tan plena que casi parecen iluminar el pasillo ya algo oscuro por la hora. Dudan en la manera correcta de saludarse, acabando por abrazarse con más fuerza de la que esperaban. Se extrañaron en pocas horas.

Luego de un recorrido lleno de pláticas absurdas se olvidan de el ser vistos o no en el trayecto. Poco importa. Y al pisar el salón divisan al menos unas siete parejas a sus alrededores, poniéndose Shoto ligeramente tímido sin percatarse.

Sero asegura con toda la honestidad que descansa en su pecho haber adorado cada segundo de esa cita y, aunque pensaba que sería igual a cualquier salida suya, la emoción de este día en específico no podría ser mayor, eso cree.

En su equivocación, con cada melodía y paso confirma el estarse enamorando aún más de su deslumbrante novio, el ser más lindo y atractivo de la pista a su parecer. Su cariño y deseo acrecentan los preciosos ojos de Shoto y su peculiar forma se desplazarse con elegancia. Mientras, Shoto entiende finalmente un extremo diferente del éxtasis, presentándose ante este por haber sido esta la primera vez en que lo sentiría y reconocería.

Aparentando un itinerario, comienza a sonar algo un poco movido. Golden Hour inaugura la escena, siendo seguido por un poco de jazz. Siguen el paso sin dificultades al sumergirse en su propia burbuja.

—Sho, vuelvo en un momento, ¿sí? —Hanta arovecha una pausa para hablar—. No tardaré nada.

Shoto asiente, algo extrañado. Espera pacientemente en el mismo sitio.

—Muchas gracias, en verdad —alcanza a escuchar a lo lejos.

Cumpliendo su promesa Sero no tarda casi nada en volver animadamente hasta su pareja de baile. Le ofrece una sonrisa que derrite a Shoto.

Algunas parejas han partido y siendo esto absolutamente ignorado, una melodía peculiar comienza a inundar el lugar. Hanta ofrece su mano a Todoroki cuando It Had To Be You comienza a inundar el área.

El contrario reconoce la canción después de un momento y demora más de lo que nota en reaccionar, tomando la mano de Sero y dejándose guiar por el mismo al rededor de la sala.

«¿Hanta escucha esta clase de canciones?, ¿él la pidió?»

Ahora no siguen a ninguna instructora o pareja, acaba de notar que es su novio quien dirige y lo invita con sutileza a fundirse en el baile. Su cuerpo actúa antes que su cabeza y ya se ha acoplado a la danza. Sero se ríe al ser consciente de la rápida sincronización de ambos, recordando alguna que otra conversación en sus momentos friki sobre leer mentes.

Disfrutan los enteros minutos de la pieza lenta. Una vuelta. Dos. Tres vueltas a la pista. Sus cuerpos se unen y separan durante escasos segundos mientras que sus manos se niegan a distanciarse.

Al término de la pieza ni siquiera sienten cansancio a pesar de la hora, simplemente se funden en un abrazo iniciado por Shoto y disfrutan descaradamente de la colonia del otro.

—Gracias, Hanta.

—Es la primera de muchas, Roki, espero haya estado a la altura de ti.

El pelinegro besa suavemente la frente de su pareja al término de su comentario.

—Está por encima de mí, exactamente a tu altura.

Ríe sabiéndose pronto divertido por su propio ingenio. Sero es apenas unos centímetros más alto que él.

—Repitamoslo pronto —Pide contagiado por la bonita risa. Luego, de un bolsillo de su camisa, saca un objetivo pequeño.

Entrega a Todoroki una cajita brillante, sorprendiéndolo en el proceso.

—Puedes abrirlo, o si gustas esperar a después está bien. —anima.

Shoto en su éxtasis ha de abrir pronto el obsequio, encontrando dentro una pulsera de tobillo dorada, leyendo el grabado de esta casi inmediatamente.

«Our Fate»

Aquí la primer cita de los bebos

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Aquí la primer cita de los bebos.

Otra canción que amo y que me recuerda demasiado a mis consentidos.

Extrañaba escribir capítulos largos 😞

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