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Las lágrimas cálidas quemaban su rostro frío.

Através del celular, la mamá de Crhris tenía razón.

¿Para quién el podía representar un bien?

Había escuchado por detrás de la puerta la llamada telefónica del mayor con su madre, justo antes de que esté se fuera a trabajar.
Aquella señora expresaba cuan preocupada  se encontraba por la integridad de su futuro nieto o peor aun, por la seguridad de su hijo. 

¿alguien que ya había intentado quitarse la vida tendría piedad por la vida de los demás?

Muy de película pensó hyunjin, su ex suegra veía demasiada ficción, él solo quería desaparecer no llevarse a otros con él.

Solo quería ir a su casa y acostarse en su cama, abrazar su almohada y descansar, quedarse profundamente dormido sin la pesadez de su cabeza. Pese a que ya llevaba alrededor de 4 semanas  viviendo con Crhistopher no sentía ese lugar su cómo su casa, el menor sentía que solo estaba estorbando estando en un lugar en el que no debería estar.

Abrumado por sus pensamientos  se metió a uno de los baños de la casa a lavarse el rostro con agua fría para disimular sus lágrimas pero al verse al espejo veía su cara hinchada y roja, su imagen era tan lamentable en ese momento.

Aquel espejo ocultaba un botiquín de primeros auxilios, incluso eso estaba cerrado con llave. No había nada en esa casa con lo que pudiera hacerse daño. La cocina entera estaba bajo llave, todos los demás espejos habían sido regalados, objetos punzocortantes guardados , cualquier medicamento estaba escondido.

Cómo si fuera un animal potencialmente peligroso, que necesitara una jaula.  El no era eso, el podía pensar, saber lo que hacía pero parecía que su mayor evidentemente no creía eso.

Hyun solo tenía acceso a las partes seguras de la casa, el cuarto donde dormía, el comedor y la sala, y ni hablar de la puerta principal, en el tiempo que el mayor tenía que ir a trabajar aquella puerta tenía llave, el menor solo había salido un par de veces,

—Solo déjame ir, por favor, por favor...— suplico una vez más hyunjin ese día.

Crhistopher esa noche, junto a la cena,
había llegado en compañía de un abogado,  del cuál desconocía la identidad o el motivo de su visita.

—No puedo hacer eso Hyun.No puedo, si te dejo salir  te puedo perder…

El mayor había puesto sobre la mesa sus preocupaciones acerca de la salud del menor y junto a ellas un acta de matrimonio que debía firmar fechada días antes se su intento de suicidio.

—Es que tú no me quieres. No lo haces más, no quiero esto, no así.

Unos minutos más tarde, después de lágrimas y pequeñas discusiones enfrente del abogado, totalmente agotado Hyunjin firmó y se fue a dormir sin saber los planes y hojas que realmente se guardaban atrás de aquella acta...sin saber que en el momento que firmó había perdido su autonomía cómo persona y que Crhistopher influenciado por su amada madre armó todo un teatro que de ser descubierto podría traerle problemas legales.

BORED (chanjin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora