BORED (chanjin)

when you leave me

25 semanas, al menos unas 5 ecografias que se había negado a ver.

Los pequeños primeros movimientos del feto que se sentían como burbujas de aire en su estómago.

Las abultadas cicatrices que habían quedado en sus muñecas y que ocultaba a su vista con mangas largas.

El crecimiento negro de al menos 5 centímetros en su cabello rubio, viendose más brillante que nunca.

El aumento de peso y sus mejillas más rellenitas, cómo cuando era un adolescente.

Apático había observado todos estos sucesos con el pasar de los días, através de la venta del cuarto en el que se mantenía encerrado.

—Sinceramente no sé que sentir. No había imaginado tener hijos... Pero ahora estamos a punto de tener uno y si pudiera elegir,  Quiero que tenga tu nariz, tus ojos y tu boca. — comentó Christopher mostrando sus hoyuelos en una sonrisa, doblando algunas pequeñas prendas en todos los colores,   seguramente imaginando con ilusión aquello.

En todo aquel tiempo y de a poco, el mayor pareció encariñarse con la idea de que sería padre, algunas tardes, de sorpresa llegaba con muchas bolsas en manos con  compras para el bebé.

En otras un carro de carga llegaba de sorpresa y bajaban lo que serían los muebles para el cuarto donde descansaría el pequeño. Lo primero fue la cuna, luego un ropero.

Todas aquellas compras a gusto de Crhistopher, muy seguramente con ayuda de su madre y de otras personas.
Hyunjin no reclamo aquello, solo lo aceptó, de todas formas el no se sentía con ánimos para participar en todo aquello sobre el bebé. O nunca le fue preguntado si el quería participar.

Las conversaciones que mantenía con el mayor eran limitadas, únicamente súplicas para ir a su casa y Christopher había aprendido a ignorarlas, cambiando de conversación o solo saliendo de la habitación.

El mayor solo quería imaginar que era una situación normal, quería volver a escuchar la voz de hyun, sin lágrimas y si era mucha avaricia, quería escuchar su risa.
También se había cansado, agobiado, desesperado. La salud de hyun era algo que le había quitado el sueño por las noches, su situación económica, el rumbo de su negocio había acabado con su apetito.
Pero era el quien debía ser fuerte, si hyunjin volvía a intentar suicidarse no podría con la culpa y además estaba curioso por conocer el rostro de su hijo, del hijo de ambos.

—Me gustaba eso de ti. Eras la persona más hermosa que haya visto, como un ángel en la tierra.

Gustaba…

Tiempo pasado, crhris había hablado en pasado, oprimiendo dolorosamente el pecho de hyunjin.

—Sabes que no tengo esa opinión de mi…Mi nariz no me gusta y no me gustaría que nuestro bebé tenga ese sentimiento.—

El menor con tristeza confirmaba que el mayor ya no lo quería. Sus ojos ardían por eso, extrañaba a la persona que lo miraba con tanto amor, que lo miraba a él, como una persona más que como una incubadora.

Mientras el mayor seguía acomodando las cosas para si bebé, Hyunjin sentado en el que sería su sillón de lactancia tocaba su estómago , aquel bulto aún era pequeño para las semanas de gestación que tenía, tímido, como él, miedoso de mostrarse. Aunque en las citas prenatales le habían indicado que todo estaba correcto.

Siempre le gustó mucho la compañía de los niños, aprendía mucho de ellos, tenían pláticas muy interesantes y muchas veces eran más sabios que los ancianos.
Y soñaba con tener sus propios hijos, 5 en total, 4 niñas y 1 niño.

Pero cuando conoció a  Crhistopher  se dio  cuenta de que este no sabía relacionarse mucho con los niños, no era de las personas que los trataba mal pero tampoco sonreía con la idea de cuidarlos.

Por eso en el tiempo en el que formalizaron su relación el menor guardo esos sueños en un cofre y lo tiró al mar.
Pudo haber Sido completamente feliz sin hijos, solo él, Crhistopher y el amor que se tenían.

Que se tuvieron.

Si la situación no fuese de la manera en la que era quizá disfrutaría esa etapa.