no love

121 25 0
                                    

Agradecía infinitamente el haber dejado de ver a su suegra hace meses, estaba mucho más tranquilo ahora gracias a eso, muy feliz también, disfrutaba a su hija solo para él.

Sarang a sus 14 meses ya caminaba y balbuceaba las palabras básicas que le había enseñado por horas entre caras graciosas y risas.

A Hyunjin le daba tanta nostalgia ver a su niña tan gigante y se preguntaba cómo había pasado tan rápido el tiempo, como si un día Sarang hubiese Sido una bolita blanda que se podía romper con solo el aire y al día siguiente los pequeños piecitos eran tan fuertes que podían  correr lejos de él.

Una parte dolía, porque bien, no recordaba del todo la época de recién nacida de su hija como si hubiese Sido un sueño, como si no lo hubiera vivido él.

Pero por otro lado estaba feliz, aún con todo su hija estaba creciendo bien. Tan fuerte.

Lo único malo de sus pequeñas burbujas de felicidad era que con cualquier cosa podían romperse.
Ya no veía a la mamá de Christopher, ya no, pero el mayor de alguna manera se las arregló para ponerle otro "cuidador", alguien que estuviese encima de él todo el tiempo y le vigilara.

Al principio fue muy irritante, incómodo pero nuevamente, no sabía cuánto tiempo su situación sería de esa manera y se trago todos esos sentimientos y trato de llevar una relación cordial con su nuevo vigilante, de todos modos ya se conocían.

Minho solía llegar a las 12 de la tarde, Christopher a esa hora ya estaba en su restaurante, habían vuelto a ser los mejores amigos de toda la vida más ahora que eran socios para otra sucursal del negocio de los Bang, y se retiraba cuando Christopher llegase.

Está nueva compañía aún más extraña tampoco era tan desagradable, platicas muy cortas, centradas mayormente en Sarang, en el menú del día y uno que otro dato innecesario que el otro le soltaba. Justo como ahora.

—Sarang pronto tendrá un primo. Felicítame, seré papá

Hyunjin llevo su mirada hacia la falsa sonrisa de minho y solo le alzó los brazos en respuesta, sirviendo la comida del día en el plato de la niña que tan alegre estaba

—Nos contagias tu felicidad, ¿quien tendrá el bebé?

—Ya lo conoces, fue la única persona que hablo contigo en el cumpleaños de mi sobrina.— Minho realmente se estaba esforzando por parecer emocionado, actitud que resultaba chocante para Hyun— Es Jeongin


—Jeong...—Oh sí, Jeongin, ese niño tan encantador...¡niño! La preocupación llegó rápido a Hyun al recordar la carita pequeña de aquel muchacho—¿Cuántos años tiene? ¿Por lo menos es mayor de edad?

—Lo es.

—Dime que no lo estás obligando a nada, dime qué no le jodiste la vida—

Ahora por fin tenía sentido toda la curiosidad del pequeño acerca de los embarazos, Hyunjin quería golpear a minho mucho, mucho pero lo único que podia hacer era mirarlo mal.

—¿Cómo Christopher a tí? Lo que me hace diferente a tu esposo es que yo tengo límites, no soy tan inhumano y cruel para hacer lo que él ha hecho.

Hyunjin ignoró eso, como si no lo hubiera escuchado, no estaban hablando de él en ese momento, si no de aquel otro muchacho, debía estar asustado, no lo conocía pero quizás podía entenderlo.

—Solo cuídalo mucho...

La conversación se apagó ahí por unos minutos Minho ese día estaba extraño, su falsa emoción y la noticia de su paternidad, algunos nervios que no lograba entender...

—Jeongin dijo que está preocupado...El embarazo lo tiene muy sensible—Minho parecía dudar de lo que quería decir—si te decides...Te puedo ayudar a salir de aquí, por tu hija...

BORED (chanjin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora