Cap 2: Encuentros Repetidos

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Un año había pasado desde mi graduación cuando me encontraba inmersa en la biblioteca, sumida en la lectura de "Breve Historia- África Subsahariana". En ese momento, un hombre con capucha y gorro se sentó a mi lado, generando cierta sorpresa.

Su presencia me desconcertó, ya que estaba concentrada en la lectura. En una página del libro, encontré una frase que me hizo soltar una risa incontrolable. Al notar mi reacción, el hombre a mi lado dejó escapar un suspiro largo y continuó mirando su libro, que curiosamente tenía al revés. Al levantarse, olvidó su cartera en la mesa.

Decidí recoger la cartera y seguirlo, pero al llegar a las escaleras, no había rastro de él. Al abrir la cartera en busca de alguna pista sobre su identidad, descubrí algo sorprendente: su DNI revelaba que se llamaba Mr. PotatoHair. Entre risas, decidí buscarlo.

Al salir, no pude encontrarlo, pero alguien me agarró del hombro y me empujó contra la pared.

— ¿Qué haces con mi cartera? - tapando mi boca.

Incapaz de hablar, respondí de manera peculiar: lamiendo su mano.

—¡Qué asco! - exclamó mientras se limpiaba con la sudadera.

—¿Como quieres que te conteste si literalmente me tienes tapada la boca?

—Ah, tiene lógica.

—Intentaba buscarte Mr.PotatoHair JAJA.

Se lo devolví dejándole atrás.

Regresé a la biblioteca y retomé mi lectura. Sorprendentemente, el hombre volvió.

—Tú -exclamó Mr. PotatoHair.

—¿Qué? -respondí.

—¿Tomaste mis 20 euros?

—No.

—¿Y cómo sabes mi nombre?

—Dudo mucho que sea tu nombre.

—No lo es.

—¿En serio? -Le dije de manera sarcástica-.

La conversación era tan extraña que me resultó incómodo, así que decidí abandonar la biblioteca.

—¿A dónde vas?

Ni siquiera le respondí, que le importa si es un Don nadie. A pesar de no poder ver su rostro, tapado por una bufanda negra, preferí alejarme.

Narrador: Pasaron días desde aquel encuentro peculiar en la biblioteca, y nos volvimos a cruzar en el instituto.

¿Dónde está?

—¿Qué estás buscando? -diciendo Lubna mientras estaba bebiendo café-.

—Emm... nada, quiero decir estaba buscando mi libro de cosas especiales.

—¿Especiales como yo?

—Ja,ja,ja especiales como tu están aquí -le señaló mi corazón-.

—Aww, que dulce ya habibti.

Por si os preguntáis que estaba buscando, es un libro donde escribo sobre el caso misterioso sobre la reina y el príncipe por eso me preocupa, no quiero que nadie sepa que estoy buscando ese libro. Es como un lado oscuro mío, una obsesión mía.

Y si os preguntáis donde esta Silvia, se fue del instituto y se mudo a París para continuar su carrera de Modelo. La verdad casi siempre hacemos videollamadas con ella pero ahora es como un vacío sin ella.

[...]

En el momento de la presentación, mientras nos dirigíamos a la profesora y los alumnos de bachillerato, entró un chico sin anunciarse.

—Miss Blair...

—¿No sabes tocar la puerta antes de abrirla?

El chico suspira, cierra y llama por la puerta.

—Adelante.

—Miss Blair, vengo del departamento de Mr. Brown y necesita hablar contigo ahora mismo.

—¿El Sr. Brown conmigo? ¿Y quién eres tú para venir desde su departamento? —pregunto.-

El chico cierra la puerta y se va.

Miss Blair nos pide que nos presentemos mientras ella no está permitiendo que los demás nos califiquen.

—¿Por qué no fingimos que ya lo hicimos y ustedes nos dan buena nota? —propone Lubna.

—Sería injusto y además hay cámaras, Miss Blair podría revisarlo por ahí, no se sabe —exclama Andrés.

—No pasa nada, tapamos la cámara y ya está —dice Ilyas, recién despierto.

—Duerme, Ilyas, duerme —dice Andrés golpeándole la espalda.

—Bueno, pues... continúa Warda —dice Lubna mirando la cámara.

Pasaron unos 30 minutos y Miss Blair aún no había vuelto. Había un silencio incómodo, así que rompo el silencio.

—¿Qué hacemos?

—¿Quién era ese tipo de antes? —pregunta Lubna mientras apaga el proyector.

—No sé, pero tenía pinta de ladrón —dice Andrés.

—Eh, respeta el flow, ¿no ves que casi tenemos el mismo pantalón? —anuncia Ilyas.

Decido ir a buscar a la profesora como delegada. Me encontre con el chico de antes,  quien me mira fijamente.

—Tú.

—¿A mí?

—Sí, tú.

—¿De qué me conoces?

No contesta, solo me mira, sonríe levemente.

—Sígueme.

Mientras me dirigía hacia él, mostró mi libreta.

—¡Mi libret- ¿Qué haces con ella?

—¿Te gusta la historia? -preguntó de repente.

—¿No me digas que leíste lo que había dentro?- pregunté sorprendida.

—Solo le eché un ojo y ya. -respondió con naturalidad.

—No le digas a nadie lo que has visto- le pedí en tono confidencial-.

—No pero estoy en lo mismo, yo también tengo curiosidad. Tranquila no eres la única.

—Pero, no entiendo ¿De qué me conoces? ¿Por qué lo agarraste? ¿Quién eres tu?

—Con el tiempo ya me conocerás Miss ladrona de Carteras.

Desde que dijo eso mi mente quedó en estado de shock.

—¡Eres tú!

—¡Soy yo! Sígueme.

—¿Dónde?

No contesto y cuando preguntó y nadie me contesta me da la sensación de ignorancia a si que no tuve más remedio que seguirle.
































(Más abajo)










(SALAMUALIKOM MA BEAUTIFUL PEOPLE!! OS GUSTA? ¿Creéis que es el mismo que el que le dio la medalla y el birrete? NO OLVIDEN VOTAR 🌟🌟🌟 )

El Encuentro InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora