Cap 10: Sentimientos

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—Manal... lo siento por lo de antes, Lubna puede ser un poco...

—Tranquila, no fue tu culpa.

Mientras Manal hablaba, mi atención se desvió hacia Walid, que estaba detrás de ella. Me llamó la atención y no pude escuchar lo que decía Manal.

—...Y por eso no hace falta que te disculpes, cariño. ¿Warda? ¿Me estás escuchando?

—¿Eh? Sí, sí, solo que Walid está detrás.

—Pues ve a saludarlo.

—¿Cómo?

—Ve, hace tiempo que no lo ves. —Me llevó hacia él—. Os dejo solos, nos vemos en la clase de ciencias.

—Warda, ¿te puedo preguntar algo?

—Sí, dime.

—¿Te incomodó aquel día que fingimos la escena de cómo nos conocimos, o fue mi intención?

—¿Qué? No, para nada, solo estábamos fingiendo. —¿Por qué me cuesta tanto expresarme?—

—Pues vaya, yo sentí cosas maravillosas dentro de mí, y la verdad es que me duele saber que estamos fingiendo para tu familia. ¿Por qué? ¿Acaso no te importó?

—No, Walid, no es eso, es que... es que...

—¿Es que qué, Warda? Si ni siquiera sabes qué quieres. ¿Cómo le voy a presentar a mi madre si ni siquiera sabe que lo hago por tu "madrasta"? Bueno, te lo digo porque te quiere ver hoy por la tarde.

Me quedé en silencio, intentando asimilar las últimas palabras de Walid.

—Vale... estaré ahí. —Cambiando de tema—.

—Avísales a tu familia que irás a visitarla y que yo te llevaré.

—Está bien...

Sonó el timbre del patio, y me dirigí al laboratorio. Me dolía mucho, porque amaba a Walid, pero había algo más que me perturbaba...

[...]

Después de que mi familia aceptara que fuera a casa de Walid, me encontraba en la entrada esperando a que saliera.

*Pip, pip*

—¡Warda! ¡Aquí!

No podía creerlo, Walid me estaba esperando en la entrada con su Audi R8 V10.

—Walid, no sabes fingir.

—¿Fingir qué? ¿Que te amo? No hace falta.

—No —me reí—, me refería a que eres un príncipe.

—Ah, sube y mantén la boca cerrada. Cualquiera puede ser millonario.

—Sí, claro, palabras de un millonario. —Me subí al coche y nos dirigimos hacia su casa—.

—Lamento lo de antes, estaba enfadado y confundido porque me siento mal por jugar con el tema del amor con alguien a quien amo.

—No hace falta que te disculpes, al contrario, debería disculparme yo. Lamento jugar con tu corazón, no era mi intención.

—Pero... no niegues que en esa escena sentiste cosas por mí, porque tu cara decía lo contrario, te habías sonrojado. Sentí esa electricidad, Warda.

—Qué tonterías dices, era por el fondo todo rosa y con pétalos de una flor que es mi favorita...

—Y con un hombre que te encanta... Sí, sí...

—Y eso... me pareció bonito...

—Ves, no me lo negaste.

—¿El qué?

—Que te encantó.

Qué bueno que es. Necesitaba cambiar de tema.

—¿Pongo música?

—No, no hace falta.

—Bueno, yo pondré una relajante. —Procedí a poner "Lamma Bada" de Abdel Karim.

—Qué bonita.

—Ya ves, se trata del poder del encanto y la gracia que puede tener una persona sobre los demás.

—La empatía.

—Exactamente, y ya llegamos.

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⏰ Última actualización: Aug 28 ⏰

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