Cap 1

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La sirena sonó en todo el planeta, esto solo ocurre cuando la frontera está siendo invadida. En el extremo de la galaxia, solo hay un planeta enano habitado.

Aquí viven los Runuitas, una raza pequeña que vive en los bosques húmedos del planeta, cazando aves y recolectando frutos. No miden más de un metro y aunque son rápidos al correr, saltar y trepar, no son una raza numerosa. Su civilización se encuentra en un período de transición entre los nómadas y el sedentarismo. Por supuesto, la amenaza que ahora los acecha es algo desconocido para ellos.

Una civilización en su infancia como son los Runuitas, ni siquiera imaginan la existencia de otras razas en el universo.

Para ellos, el sonido de la sirena es el grito de dios furioso o herido. Todos salieron de sus nidos, como las aves en los árboles y miraron al cielo. Aunque era de día, el sol desapareció tras los enormes cuerpos de las naves espaciales que rodeaban el planeta.

Cientos de naves dejaron caer a sus residentes, altos y fuertes, bajaron desde el cielo a la tierra y comenzaron su asalto.

Los pequeños Runuitas no tuvieron la menor oportunidad de defender su planeta o sus vidas. Los rápidos guerreros que se defendieron murieron bajo las armas frías y calientes.

Pronto, el suelo se llenó de sangre y cuerpos rotos.

La alianza interplanetaria respondió rápidamente al sonido de la alarma, las naves de guerra en diferentes planteas y lugares de la galaxia partieron en dirección a Runui, el último planeta en la galaxia Rij.

Pese a su accionar, y usar la mayor velocidad y la mayor cantidad de saltos espaciales, para cuando llegaron la mitad del planeta había sido devastado.

Los bosques ardían y el humo negro y espeso se elevaba hacia el cielo. La sirena hace mucho que había dejado de sonar. Y de los atacantes solo quedaban algunos rezagados que se entretuvieron con el dolor de sus víctimas.

Estos atacantes fueron atrapados y asesinados por los soldados que llegaron para prestar su ayuda, lo que más odian estos hombres y mujeres de diferentes razas es el exterminio indiscriminado. Eliminarán a cualquiera que amenace la paz de estas razas pequeñas.

Entraron al planeta en busca de sobrevivientes, la alianza tiene como misión proteger a las civilizaciones que nacen en estos planetas, observarlos pero no interferir en su desarrollo y recibirlos con las manos abiertas cuando den un paso a los viajes espaciales. Una vez descubierta la vida en un planeta, se coloca una protección para evitar ataques exteriores, aunque esto podría entrar en la categoría de interferir, prefieren esto a perder un planeta completo.

Pero siempre hay un momento en que caen meteoritos, o alguien tiene los ojos por sobre la cabeza y ataca a estas civilizaciones intantiles. Cuando este tipo de cosas suceden, la alianza interestelar hacen todo lo posible por salvar a la raza del planeta atacado.

Salvar una sola vida es mejor que ver todo un planeta morir. Por suerte, esta vez los soldados encontraron a un grupo de casi cien Runuitas refugiados en una cueva, habían hombres y mujeres, así como muchos niños asustados. Lamentablemente, este es el único grupo. No hay más señales de vida en todo el planeta. Por supuesto, algunos soldados están ocupados atrapando diferentes especies animales que también deben ser tomados y rescatados. Otro grupo está recolectando flora y fauna.

Para los líderes de la alianza, toda la vida del planeta debe conservarse. Después de todo esto, pueden contemplar donde y como vivirán los refugiados. Hay muchos planetas deshabitados en el universo.

Los Runuitas que encontraron se mantuvieron en alerta cuando vieron a estos nuevos desconocidos, los primeros mataron a sus familiares ¿Qué le harían estos?

El soldado a la cabeza se quitó la armadura y dejó las armas a un lado, son el rostro descubierto frente a los Runuitas. Con un gesto de su mano, hizo retroceder a los demás y se quedó de pie a unos cinco metros de los hombres Runuitas. Sus ojos recorrieron los rostros sudorosos y polvorientos, algunos tenían sangre en sus cuerpos y otros presentaban heridas más o menos graves.

—Estamos aquí para ayudarlos— habló con voz baja y lenta, tratando de transmitir paz y confianza, el problema es que los Runuitas no conocen el dioma interestelar. Y QiXian no conoce el idioma de los Runuitas.

Hablar solo hizo que se pusieran más a la defensiva, si no fuera por su pequeña estatura, tal vez estos hombres ya lo hubieran atacado, sin importar la diferencia en fuerza y números. De la misma forma en que se defendieron de los primeros invasores del cielo, no tenían miedo de enfrentar a este nuevo grupo.

QiXian pudo ver que estaban decididos a proteger a sus mujeres y niños.

Decidió ayudarlos a como diera lugar.

Frunciendo los labios, levantó la mano con un movimiento lento, siempre observando a los Runuitas. Conectó su cerebro ligero a la red interestelar. La nave fuera del planeta funciona como antena para amplificar la señal y no perder el contacto con el planeta principal. En su caso, está conectado con el planeta Tierra, donde nace la civilización humana.

Realizó una llamada con solo un toque, se puede ver que la persona al otro lado tiene un lugar especial en su agenda. La línea se conectó casi de inmediato.

—¿Qi? ¿Qué ocurre? — una voz suave y somnolienta salió desde su muñeca, lo que atrajo la atención de los soldados a su espalda y de los Runuitas en frente.

—Necesito tu ayuda, ¿puedes? — QiXian suaviso su voz aún más, dejando entrever un poco de preocupación y ternura por su interlocutor. Pasaron unos segundos para que al otro lado se escuchara el sonido de la ropa y unos pasos apresurados.

—Esta bien.

La voz volvió a sonar y una pantalla de luz se extendió desde el cerebro ligero, en la pequeña ventana se veía un joven de cabello negro, con ojos grandes y redondos. Sus labios entreabiertos estaban húmedos, y la ropa parecía recién puesta. Su cabello estaba peinado hacia un lado, en una cola que colgaba sobre su hombro.

QiXian lo miró fijamente por unos segundos, luego desvió la mirada hacia los lados. El joven en la pantalla sonrió curvando los delgados labios rosados, esperando a que QiXian hablara.

—Ejem. Estos son los Runuitas, su planeta fue atacado. Encontramos un grupo sobreviviente pero no podemos comunicarnos, el planeta ya no es apto para la vida— explicó la situación en pocas palabras, luego volvió a mirar al joven— ¿Crees que puedas comunicarte, hermano Xue?

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Nota de autor:

Sé que dije que me demoraría pero oye, mientras hago las cosas en casa me cuento historias y resulta que mi mente me da buenas ideas de como escribir esta historia. Si no lo escribo lo olvido y si lo escribo quiero publicarlo xD

Bueno, esto significa que la historia de Li y Qi comienza oficialmente 😅🤣

Pd: un nuevo hermano Xue 🤭

Mi matrimonio con el general demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora