Mujer de elegantes pasos y sobria apariencia. Tu elegancia discurre por toda esquina de tu infinidad; es así que puedes robar miradas y alabanzas por tu más sutil belleza.
Debo adorar tu mirada recia, debo amar tu boca cuya marca es tu poderosa sonrisa bañada por la gracia de los dioses.
Que la magnificencia de la vida te acompañe y la gracia de la belleza traslape sobre el tiempo para seguir observando tu belleza impregnada por miradas hacia la infinitud de tus ojos.
ESTÁS LEYENDO
Historias de popurrí y retazos de pensamiento
PoesíaMi posible prólogo La historia comienza con un poco de aire fresco, una situación fugaz y un poco de tinta melancólica, sentimientos trastocados y un sinfin de actitudes hacia el contraste de la suavidad y la dureza de lo que se vive, anhela, se des...