La finura, lo minúsculo

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        Si nos imaginaramos dentro de un mundo oscuro por un momento, solo para interiorizar con nosotros mismos y ver más de lo que nuestros ojos logran ver, observar lo minúsculo que nos acrecenta. Es la dicha percibir el sol en el rostro y ver cómo el mundo transcurre en su advenidero inicio debajo de las montañas y en el canto mañanero de la aurora, pero nadie ve el tenue rocío sobre las hojas ni la finura de los eventos.

        ¿Quién se preocupa por el fino grano de arena que flota en una inmensidad?, ¿quién hace alarde de su pequeña nota que salió de su inspiración, si no más y de seguro que se jactará por su libro de muchas páginas?, ¿cuánta necesidad tiene el pobre abnegado por una calurosa y simple sonrisa?, ¿cómo mides la felicidad del niño por su gran logro, una alegría desmesurable por algo tan mínimo para nosotros pero que es tan extraordinario para ellos?

        Hemos  olvidado los pequeños detalles y sutiles reconocimientos, no nos importa que los pájaros ya no canten, pues ahora son taciturnos o quizá ya hayan muerto, que sus colores radiantes son ahora tonos grises; o no nos interesa que ya las montañas no se ven azules en la lejanía por ese fenómeno de luz hacia el confín . Ya nadie ve hacia el cielo en búsqueda de esa estrella que ilumina más, ¿para qué?, el cielo está lleno de luces que hacen juego con el humo creando un  ligero color naranja muerte.

        Caminando por las grises calles y hallar personas que no conocen el dar un gesto amigable, no saben la magia que puede tener el pequeño detalle de la sonrisa, ¡otra cosa que hemos olvidado! Andamos en la vida en búsqueda de la grandeza, del éxito, el reconocimiento y la alegría absoluta; la grandeza es idílica y la alegría absoluta parece ser utópica.

        La más mínima pizca de condimento enriquece nuestro paladar, la pequeña gota de miel atrae a su alrededor a las moscas, la más sutil corriente de agua esculpe a las duras piedras. La sutiliza esculpe el caracter y los pequeños detalles enaltecen nuestro espíritu.

    

        

Historias de popurrí y retazos de pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora