Parte 4

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Wonwoo se encontraba en el parque más cercano a su oficina esperando a que Mingyu llegara. Había despejado su agenda de un mes dejando a Seungkwan y Chan a Cargo de los otros dos casos que tenía pendientes. El caso 1004 era su prioridad.

Mientras esperaba, aprovechó para repasar las notas que sus colaboradores habían investigado con su madre y abuela. Ciertamente había similitudes en ambos procesos, así que intentarían seguir los pasos.

No sabía que tan factible era encontrar a alguien por medio del lazo. Quizás las veces que habían encontrado a sus parejas había sido por coincidencia o simplemente los conocian lo suficiente como para saber en dónde estaban.

La información que él encontró en Internet era igual de ambigua. Artículos que habían investigado al respecto sin tener realmente resultados sustanciosos y teniendo como conclusión que eran casos aislados y que funcionaban como una receta, cada quien tenía sus métodos pero al final obtenían el resultado... después de varios intentos. Eso significaba que no estaba comprobado científicamente y quizá todo lo que estaban haciendo era en vano.

Wonwoo sólo deseaba que no fuera una pérdida de tiempo.

Vio llegar a Mingyu vestido de manera casual. Se veía más joven sin sus habituales trajes de diseñador, pero su atractivo seguía presente. Mientras se acercaba pudo notar una camisa blanca de botones doblada sobre su codo derecho, era la prenda de Jeonghan que le había pedido que llevara.

Ambos asintieron a manera de saludo.

"Comenzaremos con la meditación" dijo guiándolo a un parche de césped.

Se sentaron en el suelo. Wonwoo buscó el video de YouTube que seleccionó la noche anterior y comenzó a reproducirlo.

Intentó realizar la meditación, pero era algo a lo que no estaba acostumbrado y le constaba concentrarse. Aunque parecía haber surtido efecto en Mingyu.

El alfa frente a él respiraba de manera calmada, sus ojos cerrados y una expresión serena y tranquila en el rostro.

El video terminó tomándolo por sorpresa.

Era su turno de continuar la meditación. Nervioso revisó nuevamente sus notas antes de comenzar.

"Respira profundo, inhala... exhala... siente como con cada respiración tu alfa se apodera de ti..." le impresionó ver como el semblante de Mingyu cambió proyectando más seguridad. "Frente a ti tienes a lo más preciado de tu vida, puedes verlo... sentirlo, olerlo..."

Una enorme sonrisa se formó en el rostro de Mingyu, lentamente tomó la camisa en su regazo para olfatearla, la condición de la prenda evidenciaba que ya lo había hecho varias veces.

"Te amo..." susurró contra la tela. "Yo también te extraño" la voz se le quebró en la última palabra.

Wonwoo se preguntaba si realmente se estaban comunicando o si era su mente mostrándole lo que quería ver.

"Inhala, exhala. Trata de sentir dónde está..." continuó Wonwoo.

El semblante de Mingyu cambió, su sonrisa se borró y sus hombros cayeron.

"Visualiza el lazo que los une, ¿Hacia dónde se dirige?"

"C-creo que puedo sentirlo..."

...

Mingyu conducía su coche a través de Seúl, pronto el paisaje urbano fue reemplazado por bosque. Wonwoo estaba sorprendido por la seguridad que mostraba al dirigirse al lugar.

Mingyu giró de repente estacionado el vehículo a la orilla de la carretera, deshizo el cinturón de seguridad para continuar a pie. Wonwoo lo siguió apurado.

Corrió cuesta abajo tratando de no tropezar. La espesura del bosque comenzó a disminuir hasta que llegaron a un enrejado.

La confusión se pintó en el rostro de Mingyu antes de sacar su teléfono.

"Es la escuela secundaria en donde estudiamos"

Decepcionado se sentó en el suelo observando la edificación.

"Fue aquí cuando me dí cuenta de lo que sentía por él. Jeonghan era un chico popular, estaba en el equipo de soccer y basketball. Era un gran deportista, una razón más para admirarlo. Aunque claro, yo no era el único... pasé gran parte de la secundaria molesto por los chicos que lo pretendían. Hasta que decidí confensarle lo que sentía, en ese entonces para él yo era sólo un niño confundido, ni siquiera sabíamos si éramos alfas, betas u omegas, pero yo ya lo amaba" terminó sonriendo con nostalgia.

Wonwoo sonrió con tristeza.

"El lazo te guió a un lugar significativo para ustedes..." susurró más para sí mismo dándose cuenta de la situación.
...

Caminaron de regreso al coche, Mingyu se disponía a tomar su lugar como conductor cuando un dolor en su pecho lo hizo parar.

"¿Qué ocurre?" Preguntó Wonwoo.

"Creo qué lo siento..." dijo Mingyu respirando con dificultad.

Wonwoo decidió conducir esta vez siguiendo las indicaciones de Mingyu. A pesar de que el primer intento no había salido como pensaron aún tenían esperanza.

La reacción de Mingyu parecía ser más fuerte está vez, el fuerte dolor en su pecho parecía halarlo hacia algún lugar en específico. Manejaron por más de tres horas hasta llegar a otra zona boscosa, esta vez mucho más espesa y fría. Avanzaron por un pequeño camino antes de toparse con un letrero: Kim Ski Resort.

Wonwoo se sorprendió encontrado la misma reacción en su acompañante.

Un hombre señaló desde la entrada avisando que el lugar estaba cerrado, por supuesto no era temporada para esquiar.

Mingyu bajó la ventana haciendo que el vigilante abriera al reconocerlo.

"Joven Mingyu, el resort está inhabilitado..."

"Tomaremos la cabaña familiar" interrumpió indicándole al detective que avanzará.

Wonwoo siguió sus indicaciones avanzando por el camino de grava. Pronto, entre los pinos, se distinguió la estructura de madera. Apenas paró el coche, Mingyu bajó deprisa antes de adentrarse en el bosque.

"¡Espera!" Dijo Wonwoo tratando de darle alcance.

La desesperación con la que el alfa actuaba le hacía pensar que estaban detrás de algo importante. No quería mentirse a sí mismo, pero la determinación con la que Mingyu rastreaba a Jeonghan lo hacía sentir esperanzado.

Llegó un momento en el que lo perdió de vista por completo. Paró en medio de un claro tratando de decidir qué camino tomar. Pero el bosque parecía tan quieto, solo se escuchaba el sonido de las ráfagas del aire moviendo las copas de los pinos.

Dudoso comenzó a dar unos paso por el que creía era el camino de regreso, desde ese punto podría llegar a perderse. Vislumbró un pequeño arroyo, se acercó para observar el rumbo que tomaba.

Estaba considerando la idea de utilizar el arroyo como guía para adentrarse en el bosque cuando lo escuchó.

Un grito desgarrador rompió el silencio. El sonido le erizó la piel, el frío del miedo bajó por su columna asentándose en sus entrañas. A pesar de parecer más animal que humano, estaba seguro de lo que escuchó. Mingyu.

Caso 1004Donde viven las historias. Descúbrelo ahora