parte 11

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La noche anterior parecía haber sido un sueño, seguía sin poder creer que ahí estaba Jeonghan durmiendo plácidamente en la cama del pequeño departamento.

El cansancio acumulado no le había permitido cuestionarlo pero estaba seguro que en cuanto despertara la confrontación sería inevitable.

¿Qué debía decirle? ¿Que su supuesto prometido iba a casarse pronto con otra persona?, ¿Qué su familia política lo había secuestrado?, ¿Qué corría el riesgo de volver a ser capturado y que tal vez no podría vivir libremente otra vez?

Era evidente que los Kim estaban detrás del secuestro de Jeonghan, manteniéndolo cautivo dentro de una de sus propiedades, pero, desafortunadamente, su poder los hacía intocables. La élite siempre está por encima de la ley.

Se preguntaba si la familia de Mingyu se conformarían con romper la relación para dejar a Jeonghan vivir en paz.

El omega se removió en la cama llamando su atención otra vez, pronto despertaría y lo único que tenía para alimentarlo eran bolsas de ramen y un paquete de algas. Así que decidió asegurar el departamento y salir a buscar algo para comer.

Regresó tan pronto como pudo. Jeonghan estaba observando los campos de canola por la ventana, contemplando, quizá, qué tanto había cambiado su situación si seguía encerrado ahora en manos de alguien más.

"Te traje algo de comer" anunció Wonwoo apresurándose a dejar los contenedores sobre la isla de la cocina.

Jeonghan asintió sentándose en uno de los taburetes.

Wonwoo alistó los alimentos y partió los palillos antes de entregárselos.

Era la primera comida en forma que tomaba desde que había sido capturado. Los signos de desnutrición eran notorios en sus hundidas mejillas y los huesos sobresalientes de sus muñecas.

Pero, aún así, su belleza era impresionante. Su cabello oscuro caía por debajo de sus hombros y su flequillo había llegado a ese largo incómodo que enmarcaba a la perfección sus pómulos cayendo sobre sus ojos a la menor provocación y enredándose con sus pestañas.

Wonwoo no pudo resistir la tentación, tomó el mechón entre sus dedos despejando su rostro para dejarlo detrás de su oreja.

Jeonghan se paralizó, la cuchara de su kimchi jigae esperando en el aire mientras sus ojos lo observaban con atención. Wonwoo le regresó la mirada sintiendo al instante un cosquilleo en el pecho, la sensación brotaba del lazo expandiéndose con calidez, sonrió al darse cuenta de que estaba siendo proyectada por Jeonghan.

El omega bajó la mirada avergonzado, su rostro tiñéndose de rojo.

Wonwo soltó una risa.

Un cómodo silencio los envolvió. Jeonghan disfrutando de su comida y Wonwoo de su compañía.

"Así que eras tu quien estaba del otro lado del lazo" habló Jeonghan después de terminar su plato.

El miedo lo invadió, miedo de perder lo poco que tenía con Jeonghan.

"Jeonghan yo..." se apresuró a explicar su lado de la historia.

"Fue un alivio, pensé que se trataba de Soojin"

Una sensación de vacío brotó en su pecho, la angustia y la tristeza que eran percibidas a través del lazo se intensificaron al notar cómo el omega bajaba la mirada mientras jugueteaba inquieto con el borde de sus mangas. Wonwoo colocó su mano sobre las de él preocupado de que se causara daño.

"Yo mordí a Mingyu sin su consentimiento, ya me disculpé con él y lo hago contigo ahora. Lo siento mucho..." la mirada de Jeonghan escaneó su rostro con detenimiento. "Lo lamento y pagaré la consecuencias de mis actos..."

Caso 1004Donde viven las historias. Descúbrelo ahora