Caso 1004

Parte 15

El roce en su cadera lo hizo estremecer. El calor intenso del peso sobre su pelvis se sentía reconfortante e invitador, otro toque sobre su miembro encendió su libido.  Comenzó a moverse a la par del cuerpo sobre él tratando de empatar su ritmo, un movimiento particularmente certero hizo que sus conexiones se encontraran haciéndolo temblar de placer.

Un gemido involuntario brotó desde el fondo de su garganta, su corazón se aceleró. Abrió los ojos encontrándose con el recuerdo del día en qué Mingyu mordió a Jeonghan. La visión del omega sobre él elevó su excitación. De todos los recuerdos que el lazo evocaba ese era su favorito, la intimidad y sensualidad del encuentro aunada al climax del estallo emocional en su pecho después de la mordida, era la combinación perfecta para atormentarse en sus noches solitarias.

Jeonghan ondeó sus caderas soltando un suspiro entrecortado. Su mirada, nublada en placer, hizo contacto con la suya mientras se deshacía de la playera que lo cubría arrojándola a un lado. Ver el pecho desnudo del omega siempre lo hacía perder la razón. Quería jugar con sus rosados pezones, hacerlos endurecer para después sorber de ellos hasta dejarlo retorciéndose de placer. Pero sabía que, por más vívidas que fueran, las visiones eran sólo eso, él sólo era espectador. Una cruel analogía de lo que era para la relación de Jeonghan y Mingyu, por más que quisiera estar ahí, por más que pululara a su alrededor jamás formaría parte de ellos. 

Por alguna razón el recuerdo era aún más real esa noche, tal vez la cercanía con el omega hacía que la alucinación fuera aún más realista. Jeonghan aumentó la fricción haciendo que la deliciosa sensación se volviera insoportable, Wonwoo necesitaba más. Por lo regular trataba de observar durante más tiempo pues, al buscar su alivio, la visión se iba desvaneciendo hasta correrse viendo sólo al techo, pero esos últimos días habían estado cargados de tensión y emociones intensas, su alfa estaba incontrolable. 

Levantó las caderas dispuesto a tocarse pero se encontró con el muslo de Jeonghan suave, caliente y lechoso bajo su mano. La alarma se encendió mientras su pecho comenzaba a latir errático. Dio un leve apretón sintiendo como la tierna carne se amoldaba a su mano, Jeonghan reaccionó soltando un gemido. Su toque tembloroso subió por el costado de su cuerpo sintiéndolo todo, el aterciopelado calor de su piel, la vibración debajo de ella, su respiración en la manera en la que sus costillas se elevaban y descendían. Era real, ese Jeonghan era real.

Se dejó disfrutar con indulgencia olvidándose de lo que significaba y las implicaciones que conllevaba el encontrarse así con un omega ajeno. Su alfa gruñó reclamándole a su razón, ese omega era suyo. Su vientre hormigueó ante el sólo pensamiento, incrementando el tamaño de su excitación. 

Instaló su mano el la curva de su cintura mientras respondía a sus movimientos levantando su pelvis al ritmo de sus caderas. Apretó su agarre viendo su piel hundirse bajo sus dedos, contorneó con su pulgar su costilla fascinado con la delicadeza de su contextura. Siguió acariciando su torso hasta llegar a sus botones rozados que ya estaban erectos aún sin atención, su boca salivó con anticipación. Tomó uno de sus pezones entre su índice  pulgar dando un apretón tentativo.

"A-alfa..." el omega jadeó ante el repentino estímulo dejándose caer sobre su pecho. 

Wonwoo rodeó su cintura con su brazo manteniéndolo en su lugar, la posición permitiéndole tomar un respiro para evitar correrse en sus pantalones. Desde esa postura podía sumergirse en el aroma de Jeonghan, inhaló la coyuntura de su cuello sintiendo cómo se perdía aún más. Lamió su clavícula para después besar afectuosamente su hombro.

"Mmm... Wonwoo," Jeonghan ronroneó.

La mención de su nombre lo hizo volver en razón. Jeonghan estaba en celo a pesar de estar bajo medicación. El que lo nombrara durante su celo sólo significaba que estaba emocionalmente ligado a él, no era cualquier alfa, era él a quién llamaba.