Durante el trayecto de camino a casa sostuvo mi mano. A momentos llevaba su mano a mi pierna y apretaba levemente. Estaba en un trance total, pero se aseguraba de hacerme sentir
tranquila con su toque. Aproveché el semáforo en rojo para tomar su mano con fuerza.-¿Estás bien? -negó de inmediato.
-Tu papá acaba de conocer a la antigua yo, la que no se conforma con un no.
-¿Qué no esa es la actual? -volteó a verme con una enorme sonrisa, tomo mi mano y la besó.
-Conoció a la Sarocha que abusaba de la gente, a la que no le importaba nada más que su bienestar. Conoció al clon de él. -tragué fuerte. -Nunca creí que volvería a eso, pero odié la forma en la
cual te trató. Eres mía ahora y nadie te va a faltar el respeto, mucho menos en mi presencia.-¿Qué te dijo?
-No le di la oportunidad de decir mucho -nos pusimos en marcha una vez más -Le dejé en claro que si te llego a ver un moretón, un pequeño rasguño o algo que me indique que te maltrató, lo voy a usar de tapete -sí la castaña me intimidaba en este estado pasivo no imagino verla enojada.
Sentía mi corazón rompiéndose a la vez que veía como casi llegábamos a nuestro destino. Casi por inercia me recliné más hacia ella y tomé su
mano con fuerza.-No quiero ir -verbalicé mis miedos.
-Tranquila, pequeña, vamos a resolver esto -se detuvo una cuadra antes de mi casa, se quitó el cinturón de seguridad y atrapó mis labios con dulzura. Llevé mis manos a su cuello y profundicé el beso.
-Te quiero.
-Y yo a ti, Becky-acarició mis mejillas. -Vamos a estar bien -volvió a darme un beso y me llevó a casa. Con miedo vi que la camioneta de papá ya estaba aparcada fuera de la casa. Una vez más
Freen llevó su mano a mi muslo. Con cuidado salí del auto y la castaña hizo lo mismo. Me escoltó hasta la puerta de la casa, cuando me disponía a tocar abrieron la puerta bruscamente y me
jalaron derntro de ésta. Apenas y pude ver como mi padre sacaba una pistola y apuntaba a mi profesora.-iNo!
-Si te vuelvo a ver cerca de ella no voy a dudar en usarla -me tiré sobre mi padre que de un manotazo me hizo a un lado. Ella no se veía asustada; su expresión era dura y fría.
-No la vas a usar.
-¿Crees que un fenómeno como tú me va a decir que hacer? Le estaría haciendo un favor al mundo -la mujer que tanto quiero me quedó viendo. -Ve a tu cuarto -ordenó mi padre. No lo hice -¡Que te
vayas a tu puto cuarto!-iNo le hables así!
-¿Quién te crees para decirme qué hacer,
estúpida? -quedé viendo a Sarocha implorando que se marchara.-Me verás de nuevo -amenazó -y no te va a agradar. -giró los talones y se dirigió a su coche. Ni siquiera dije nada y me encaminé a mi habitación.
Me eché a llorar, esto no era lo que tenía en mente; no era así como quería que la historia fuera. No era justo ni para ella, ni para mí y esto era apenas el inicio. Todavía venía el castigo de papá y el sermón de mi madre. Odiaba esto y odiaba a mi papá por su mente tan cerrada.
Mucho tiermpo después escuché como golpeabanami puerta; me hice bolita en mi cama y me quedé ahí. La persona del otro lado insistió por lo que me vi en la necesidad de levantarme.
Al otro lado me encontré a mi hermano Richie bastante asustado.
-¿Qué pasó?
-Me encontraron con ella -su rostro reflejaba mi miedo.
-¿Quién?
-Papá -sollocé, -de seguro mamá le dijo y él decidió seguirme y.. -mi hermano se acercó más a mi y me abrazó.
-Lo siento mucho -escuchamos pasos en el pasillo, nos soltamos rápidamente.
-Vete -negó, -por favor, vete. Esto es entre él y yo. Si grito regresas -asintió esta vez muy preocupado. A la par que él salía mi padre entraba.
-Haz tus maletas -ordenó.
-No iré a ningún lado -ni bien había terminado cuando una sonora bofetada terminó en mi mejilla.
-iNo estás a cargo! Esa puta desviada cree que me puede dar órdenes, ¿cierto?, ¿Sintió que habia ganado? Pues se equivoca -estaba completamente fúrico.
-¿Por qué haces esto?
-Porque no crié a una antinatural -bufó -porque no soy papá de un fenómeno como esos. Así que agarra tus maletas porque te voy a llevar a un puto convento de ser necesario. -comencé
a llorar.-No quiero ir a un convento.
-Bien, no irás a ningún convento, pero de esta casa no sales, ¿entendido? Ahora mismo voy a darte de baja de la escuela -y así como entró salió marchando de mi habitación como un completo loco.
Momentos después reapareció mi Richie.-La amenazó con una pistola, ¿sabías que tenía una pistola? -asintió.
-Después de que lo asaltaron se hizo más paranoico de lo que ya estaba.
-No creo esto..
-Algo haremos, hermanita pero debes estar tranquila, por favor. No les des más motivos. -Me mantuve en la habitación, mi hermano hacía de todo por hacerme cambiar mi humor pero nada podia. Llevó su XBOX a mi habitación y se puso a jugar ahí. Era su forma de decirme que no me dejaría sola. Me llevó comida que no comí, sólo tomé un poco de agua, pero no quería que ni el sol me tocara.
A eso de las seis de la tarde llegó mi madre, pedí ami hermano Richie que saliera y un poco renuente lo hizo. Cuando ella se acercó a mí pude ver sus ojos hinchados y un poco rojos, estuvo llorando. Nos quedamos viendo por unos segundos hasta que no lo soporté más.
-Dilo -mi voz salió más fuerte de lo que
quería, -di lo que tengas preparado.-Tu papá está muy molesto -reí.
-¿En serio? No lo había notado, mamá.
-Rebecca Patricia, tú no eres así.
-¿Cómo?
-Ya sabes, de esas personas...
-Se dice lesbiana, mamá no puedo creer que ni siquiera lo puedas decir.
-¿Qué hicimos mal?
-Así que hay algo mal conmigo -me tomé el cabello desesperada -Gracias por decirme. no sabía eso de mí.
-Discúlpate con tu padre.
-¿Y exactamente sobre qué debería
disculparme?-Dile que te equivocaste, que ella te provocó.
-iNo! No lo haré porque es una mentira. Ella no provocó nada, yo lo quise tanto como ella -bufé.
-No sabes lo que dices, eres joven -negué; -ella es más grande, más vivida y se aprovechó de tu inocencia.
-Si es a lo único a lo que viniste te puedes ir -me di la vuelta -Déjame sola.
-Estás a tiempo de recomponer tu vida -reí.
-Justo por eso nunca te tuve mucha confianza, siempre ha habido algo en ti que me ha impedido acércame por completo -viré. -Cierto, soy yo la que está mal. Vete.
-Tu padre ha estado bebiendo desde
que regresó de la escuela, está muy mal
-reprochó, -si algo le pasa...-Es porque él lo buscó; el hecho de que tome no hará que la deje de querer.