EMPATHY || (bilogía mentes)

6 LIBERA EL MAR Y LA NIEVE HACIA TU CASTA.

—Gracias, mamá —le sonreí al recargarme en ella.

—tu papá ha encontrado un buen trabajo, de ahora en adelante todo será diferente —acaricio mi cabello.

—¿a qué hora llegarán?— le pregunté.

—tu padre traerá a Rianne cuando el doctor les dé un resultado. Ahora tú ve a descansar.

—sí.

Dejo un beso en mi frente y fui a la habitación.

Mi cabello aún seguía húmedo por el baño, me senté sobre la cama; de pronto todo se sintió bien, era extraño, como un alivió. Había visto como André se encargaba de llevar a mi familia al médico, como ella había dicho, así que solo me acosté y caí en un profundo sueño.

A la mañana siguiente al ver la cama de Riri estaba como si nadie hubiera dormido en ella, así que me levante y fui en busca de mamá.

—¿mamá, mamá? —me apresuré.

—por aquí hija.

—¿dónde está Ri?.

—buenos días, señorita —una voz apareció por detrás.

Cuando la busqué, vi el rostro de André junto a mi padre. De inmediato me puse detrás de mamá sosteniendo su cintura como si no lo conociera.

—oh, lobita, no debes tener miedo —habló papá convencido— es un buen hombre y es quien nos va a ayudar con Rianne.

Mi madre me abrazo al tiempo que papá venía hacia nosotras.

—gracias, no sabe cuánto le agrademos —le dijo André.

—el placer es todo mío, ahora tengo que retirarme —sonrió— la niña de la casa debe recibir sus clases.

Se despidió.

—Ahora Ri, estará en un lugar donde podrán ayudarla, estaremos cerca así que todo estará bien —papá se puso a mi altura para explicar, mientras mamá estaba aún lado haciendo fuerte sus palabras— no debes preocuparte Siren, todo estará bien, mamá ha preparado un rico desayuno —vio a mamá.

Ella se apresuró a ir a la mesa al tiempo que nos guiaba hacerlo.

—tu padre irá a trabajar, yo iré con Ri y tú asistirás a un colegio, un muy buen colegio —mi madre dijo la nueva rutina— vamos coman.

Había cosas que estaban, pero no se exteriorizaban, así como había guerras que no hacían ruido. En este caso, el que no se dieran cuenta de mi cambio no significaba que no estuvieran pendientes, todo lo contrario, eso significaba que estaba haciendo un buen trabajo.

Al terminar, papá se fue y mamá me llevo a la escuela para después despedirme e irse. Ahí ya estaba André en mi espera, abrió la puerta del auto y cuando me acerqué me saludo antes de subir.

Me sorprendía lo fácil que se podían y resultaban hacer las cosas cuando tenías lo necesario... me gustaba, se sentía bien, pero justo ahí estaba una fina línea, una que te separaba del mundo y a la vez te unía a el, una línea que te hacía ver que aunque era un mundo, había muchos más.

Una línea donde la moral era la cuerda floja que tenías que aprender a dominar junto con tu mente para que todo sucediera a tu favor.

—hemos llegado —avisó André al detener el auto.

Cuando abrió la puerta pude ver de cerca que era otra casa, casi igual que la otra, incluso más grande y ahora los nuevos caminos tenían sentido.

—vamos —sugirió.

Lo seguí sin decir nada. Enormes jardines rodeaban la finca la cual era preciosa, con pilares rodeados de pinos altos, las escaleras de la entrada eran grandes, la casa no era nueva y eso hacía que derrochara lujo por doquier.

Cuando entramos un olor fuerte a limpio a fino inundó mi olfato. Pinturas, estatuas, flores, artefactos de decoración fueron los que pude observar en los salones al cruzar, hasta que llegamos a uno en especial.

Ahí, André se volvió a retirar, dejándome en la entrada libre donde se encontraba ella.

Llevaba puesto un hermoso vestido largo, con unos tacones bajos y su cabello tan arreglado como siempre, estaba de espalda y aun así pude notar la presencia de sus joyas, su fragancia llenaba la sala; era la mujer más radiante que jamás haya visto, más elegante y sin dudas era inevitable no sentirse inferior a ella, aunque ella no lo provocara sino todo lo contrario.

No me intimidaba, de cierta forma no lo hacía, pues la admiraba de tal manera.

—¿cómo comenzar a educar una mente para que sea la más grande? —su voz se escuchó en la habitación— olvidando toda la vida que rodea una sociedad, ¿cómo buscar, encontrar y tomar la llave de nuestra mente para liberarla? —volteó a verme con seriedad para luego sonreír— Siren, ven aquí.

Acerque mis pasos hasta quedar a una distancia considerable.

—En el momento en que la sociedad rompió la inocencia, ahí naciste tú —sus ojos atravesaron los míos— se siente bien saber que ahora que puedes ver, puedes ser peor, ¿no es así?.

Un escalofrío recorrió mi piel y sentí al recordar la ira.

—escúchame bien, niña, y guarda sobre todo, esto que te voy a decir —toco mi hombro con delicadeza— cuando olvides quién fuiste, quien eres y quien serás. Ahí justo ahí, todo habrá valido la pena y comenzarás a vivir tus sueños. Por qué serás tú, sin importar lo que viviste, lo que pasaste, sin importar nada, serás tú, serás tú yo más puro. —quitó su mano y volvió a ponerse seria— hasta que eso pase, no olvides quien fuiste, quien eres y quien serás.

Se alejó un poco para poder sacar algunas cosas con controles.

—veamos qué tan avanzada y libre es tu mente, de esta manera sabremos exactamente por donde comenzar y que trabajar. Liberemos el mar y la nieve hacia tu casta.

Primero me mostró videos, unos videos sobre la realidad que el mundo vivía, luego algunas imágenes, después ejemplos, al final me dio a elegir sobre situaciones. No eran sobre un tema en específico, sino de varios, no tenía mucha información, pero de eso se trataba, formular mi propio punto para tentar mis propios instintos.

—¿qué es real, que no lo es?, ¿Cuánta realidad hay en lo que sabes? —sonó una campanita y enseguida pasó una mujer con bocadillos— ¿qué es lo que cada uno quiere que sea realidad?, ¿qué realidad vamos a manejar y a elegir? —continuó cuando volvimos a estar solas— hay quienes moldean las realidades para que el mundo pueda elegir la que más les guste.

—yo tengo dos, las más opuestas — hablé con voz baja— dos mundos y no puedo abandonar ninguno de los dos, por qué soy los dos.

—Estás preparada para iniciar con tu era. Ahora vamos por un atuendo más cómodo.

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