8 APRENDIZAJE, PROTOCOLOS, REGLAS Y JUEGOS.

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Me gustaba imaginar que al volver de dónde quiera que me encontraba, en casa me esperaban, que por un momento las cosas eran diferentes, que la vida era diferente.

El invierno había terminado, los árboles comenzaban a prepararse para florecer, ¿cómo podía explicar que mi corazón no estaba floreciendo?, que se había estancado en el invierno, pero también había aprendido a sonreírle a la vida de las flores aunque yo no tuviera vida.

—¿cómo te sientes? —André me observó a través del espejo de auto.

—¿cómo debería sentirme? —quite mi vista de la ventanilla para poder verlo por el mismo espejo.

—cómo tú —la compañía de su tenue sonrisa con sus palabras por un instante hizo que se sintiera un poco mejor— sin importar quien fuiste, quien eres y en quien te vas a convertir, no olvides ser, como tú, porque esa parte nadie te la puede arrebatar, porque es tuya, eres de ti, y al final cuando puedas no recordar, no olvides ser como tú.

Tomo un dulce que guardaba en alguna parte del coche y me lo dio.

—guarda esa parte tuya en lo más profundo, y algún día podrás disponer de la llave sin temor a dejarte ser —su silencio duro unos segundos— ella puede ser estricta quizá, tiene un corazón, pero tuvo que esconderlo, por qué lo tuvo que guardar para dártelo.


—¿cómo lo hará?.

—a través de todo sus conocimientos, de todo el tiempo juntas, de todo lo que hará por ti, para que tú lo puedas hacer en el mundo. Lo hace por todos, pero también lo hace por ti.

—¿la quieres? —le pregunté.


—¿por qué esa pregunta?.


—por qué hablas de ella, como papá habla de mamá, pero no los he visto tan cerca como ellos —le dije— papá dice que cuando amas, se nota de una forma u otra.

—es complicado —su voz se escuchó triste.


—son un dúo.

—¿por qué?.

—por qué tú eres una parte y ella es otra parte, eso es un dúo como en la música, uno acompaña al otro, si uno deja de estar, la tristeza del otro se escucha y cuando los dos están juntos, se escucha más fuerte —le explique— he visto como se ven, eso se escucha fuerte.

—hemos llegado —trato de contener su sonrisa.

Se estacionó, bajo y abrió la puerta para que pudiera bajar.

—nos vemos mañana, no olvides leer los libros —se despidió.

—niña — agregué al bajar— también puedes decirme niña, un dúo cantan juntos,

—no puedo hacerlo, la señora es la señora.

—¿ella debe darte permiso? —lo vi.

—ve con cuidado a casa, aunque no estemos junto a ti, estás segura.

Asentí y tome camino, como si acabara de salir del colegio, lo hacía, pero no del que mis padres creían.

Luego de un rato, llegue a casa, mis padres ya se encontraban ahí; todo estaba mejorando, aún estaba un vacío, pero estaba mejorando. Los tres cenamos un poco más animados, para que luego mi madre me ayudara arropar y dormir.

Abrí mis ojos cuando salió de la habitación, ¿dónde podía buscar para encontrarlos?, no podía entender como lo hacía, como podía seguir, si solo quería jugar una vez más, y sentir la felicidad. A mi mente y corazón se les olvidaba que ya no estaban y los veían en las cosas, lugares, en las personas, después recordaba que en verdad ya no estaban y no podía con eso... y eso era lo que me hacía poder.

A la mañana siguiente la rutina fue la misma; casa, colegio, mansión, clases y de nuevo a casa.

Al día siguiente lo mismo; casa, colegio, mansión, clases y de nuevo a casa.

El reloj sonaba con la hora de todas las mañanas y la rutina era la misma; casa, colegio, mansión, clases y de nuevo a casa.

Cada mañana se repetía una y otra vez; casa, colegio, mansión, clases y de nuevo a casa.

Pasaron semanas, meses y en cada día los aprendizajes, protocolos, reglas y juegos iban mejorando; moldeando y educando una mente a una nueva.


—Siempre podemos cambiar nuestras mentes —Levana entró a una casa en la que nunca había estado— no solo es aprender y aprender, es desarrollar los métodos con la experiencia.

Volteó a verme con su mirada pacífica e imponente.

—Los humanos nacieron para descubrir, ver, vivir, hacer y crear muchas cosas, pero eso, dejo de ser posible cuando fueron demasiados. Imagina que todos hicieran eso, sería un caos completamente —explicó al entrar por las grandes puertas— Desacuerdos, peleas, destrucción y no es como que ahorita no las tengan, pero es controlable. Entonces para satisfacer de algún modo esa necesidad de todo ser humano, se generaron los desvíos de sueños, como: el trabajo, las carreras, las bodas, el estatus, las cosas materiales, el dinero, el poder.


Se detuvo frente a unas puertas mucho más grandes que todas, unas que eran diferentes, unas que no eran del todo como la casa, pues eran tan grandes y parecían de un metal extraño.


—Los medios justifican el fin, escribió alguna vez Maquiavelo. Pero, ¿qué es el fin?. La respuesta es tan sencilla para quien está consiente, que ha dejado de ver como si formara parte de algo, para ver cómo nada. Preservar toda vida existente con la oportunidad de vivir. Ese es nuestro fin.


Un silencio se hizo presente, el olor a metal se intensificó y el ruido de una sociedad comenzó a sonar.


—todos tienen una vida, ¿pero qué es vida?. No saben nada, todo lo que saben es porque está programado, todo lo que llaman pensamientos están plantados para que los piensen, incluso las rebeliones, las protestas, las inconformidades, el despertar, la rebeldía, el cambio de pensamientos, todo, todo está programado, de otra forma no podría funcionar —continuó al irrumpir el silencio— hay quienes manejan desde arriba, ¿con qué fin?, ¿por qué?, ¿para qué?, qué crueldad, aunque ellos lo manejen, el mundo entero esta feliz de que sea así, aunque se lo nieguen a sí mismos, inconscientemente están felices de que sea así, ¿entonces de quien es la crueldad?, ¿quién es inocente?.


Abrió las puertas y enseguida apareció un vacío, no había nada, la oscuridad fue la única en dejarse ver.


—para empezar algo nuevo, se tiene que terminar con lo viejo —dijo— ¿dónde había nacido o inicia el linaje de las progenies?, nació e inició conmigo, ¿dónde terminará?, contigo, tú harás que llegue a su final y darás comienzo a uno nuevo.


Dio unos pasos al frente y yo haciendo lo mismo detrás de ella. Cuando entramos las luces se encendieron, eran unas luces tenues en unos sitios y más fuertes en otros.


—ven aquí —indicó que me pusiera a su nivel.


Al hacerlo, mis ojos no pudieron creer lo que estaban viendo, al mismo tiempo que intentaba comprender.


—tu mente ha cruzado el límite, ahora es tiempo de llevarlo al campo —expuso con una tranquilidad genuina— llevarás a cabo cada aprendizaje, cada protocolo, cada regla, cada juego, conforme lo has aprendido, esta es la primera prueba de ver tu avance en esta etapa, lo harás hasta que cada uno se complemente a la perfección.

Su silencio volvió por unos segundos, después dio la vuelta y salió. Las puertas se cerraron, conmigo adentro.

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EMPATHY || (bilogía mentes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora