Atrapados

En búsqueda de la salvación

Severus tenía una semana que había regresado a sus labores y tan solo seis días en que no había vuelto a saber de Kingsley Shacklebolt, Harry no le había contado nada sobre las acusaciones que había hecho en contra del ministro de magia y tampoco quería preguntar sobre eso.

Las cartas de Lucius estaban acumuladas sobre el escritorio, todas abiertas y respondidas, pero mientras más respondía más dudas llegaban, se alboroto el pelo; últimamente solo tenía ganas de dormir y no soportaba a nadie, ni siquiera se soportaba él mismo, estaba irritado, harto, un día odiaba a Harry y al otro lo odiaba por no estar con él.

Las náuseas no lo dejaban en paz, y la marca había empezado a escocerle, eso sin contar las líneas negruzcas que se extendían desde su cuello y los mechones blancos de pelo se habían incrementado, Snape trago en seco; nada de aquello era buena señal.

Era como estar en una montaña rusa, pero en picada y sin seguridad, Severus se arregló la ropa y salió a toda prisa, iba tarde para la cháchara de reunión de maestros para finalizar el maldito año, solo esperaba que se apresuraran en cerrar el último ciclo antes de que su embarazo llegase al tercer trimestre.

Iba caminado distraído cuando estaba subiendo al tercer piso una de las trampillas lo atrapo, y las escaleras empezaron a cambiar. Snape iba perder el equilibrio, pero Neville subió hacia el descansillo a toda prisa y lo sostuvo, el chico estaba un poco pálido e hizo una expresión de alivio. Severus solo asintió.

___Gracias Neville, pensé que rodaría por el piso hasta romperme todos los huesos...___dijo Snape mirando a otro lado.

____Eso habría sido terrible, en el primer trimestre hay que evitar las caídas___dijo Neville y Severus le miró

_____Así que el bocazas de Ronald ya te lo dijo, no me sorprende.

____No lo culpes, casi lo termino por no decirme dónde demonios se había metido, así que me conto todo lo que paso. Lo lamento, debió ser horrible.

____Lo fue, fue lo más horrible que he vivido. "Me temo que todavía no ha terminado"

Neville le colocó una mano en su espalda baja sosteniéndolo de la cintura, Severus sintió algo muy extraño, un calor ridículo que le recordó a Harry y lo mucho que extrañaba su magia, cuanto lo extrañaba y a la vez quería ahorcarlo, porque en el fondo sabía que él le estaba ocultando cosas.

Llegaron a la sala de maestros y Severus de verdad quería salir de allí, el olor de los panecillos le dio nauseas, el chocolate se había convertido en su alimento menos favorito, escuchó a los maestros quejarse, y tomó la renuncia del maestro de Defensa Contra las Artes oscura, había tenido un incidente con un dragón que le corto el brazo en su viaje a Rumania.

Severus suspiro, él tendría que asumir las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras y preparar los Timos y los Éxtasis, más complicaciones y él solo quería que el año se terminará lo más pronto posible, se pasó una mano por el pelo y los mechones blancos cayeron a un lado de su rostro, los maestros le miraron pensativos, pero nadie dijo nada.

___Yo asumiré las clases de Defensa y ayudare en la preparación de los Timos y Extasis.

Severus no dijo nada más y salió muy rápido del lugar, dejando a todos atrás. El director de Hogwarts se escabullo en su despacho y se recostó en el sofá, el calor de la tarde lo estaba abrumando y las lluvias de primavera eran un fastidio, se aflojo la larga levita de botones y los pantalones, su cadera estrecha, ahora estaba más ancha y entrar en sus pantalones era una lucha, además de que no soportaba a nadie, estaba totalmente irritado.

Lanzó un gruñido de molestia y movió su varita, un servicio de té apareció en la mesilla, lo tomó y luego se acomodó en el sofá donde se quedó dormido por largo rato, no supo cuando volvió abrir los ojos, pero el atardecer ya no se veía por la ventana, el sol se había ocultado casi por completo. Severus se quito la capa y empezó a desabrochar la levita, quito los botones de sus mangas y subio la tela de su brazo izquierdo; allí estaba su peor pesadilla en carne viva, la marca maldita.