¿Dulce espera?
Darien no sabe cómo proponerle matrimonio a Serena y cuando menos se lo espera, una conversación ajena lo obligará a tomar una decisión apresurada.
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Darien subió las escaleras corriendo, saltando los escalones de dos en dos. Tomó las llaves con manos temblorosas y abrió la puerta para entrar en su casa. Estaba tan apurado que ni siquiera se quitó los zapatos al ingresar. Se dirigió hacia su armario y comenzó a tirar pantalones y camisas por el aire. Sabía que lo había guardado ahí, sólo que pensaba darle la sortija a Serena en otras circunstancias. Quería sorprenderla, pero los roles habían cambiado y ahora el sorprendido era él.
Estaba seguro de lo que escuchó, muy seguro.
Sudoroso y con los latidos de su corazón en los tímpanos, recordó lo sucedido...
Siempre se veían ahí, en la cafetería de su mejor amigo. Su novia y sus amigas asistían de manera cotidiana al finalizar el horario de clases. Darién bebía un café mientras esperaba la llegada de Serena.
La puerta se abrió. Solo cuatro chicas ingresaron, caminaron directamente a la gran mesa junto a la ventana, dejan la frase "cuatro jugos de naranja" en el aire. Ninguna se detuvo a saludar a los chicos, ni siquiera los miraron.
Notó que Serena no estaba en el grupo y desde su asiento pudo observar a una nerviosa Mina narrando una historia, con gestos que denotaban enfado.
¿Qué habría pasado?
Comenzó a caminar con la intención de preguntar qué había ocurrido con Serena. Las jóvenes no notaban que se encontraba cerca, estaban sumergidas en el discurso de Mina. Entonces escuchó...
-Serena lo confirmó: Está embarazada.
¿Qué? Un frío se apoderó de él y lo paralizó. ¿Había oído bien? ¿Embarazada? No podía ser. Siempre había sido responsable cuando estuvo con su novia... o casi siempre, sólo una vez no tomaron precauciones.
-Además por el momento no quiere decirle nada. Él es un irresponsable. Lo peor es que no se trata de un solo bebé. Al parecer es más de uno, o mejor dicho una. Recuerden, siempre creyeron que sólo tendrían una hija.
-«¿Qué?» -Se llevó una mano a la cabeza-. «¿Sólo una hija? ¿Rini? ¿Estaban hablando de Rini? Pero dijo más de una hija ¿acaso tendrían gemelos?»
Estaba impresionado, pero... todo encajaba. Estaban hablando de él, Serena y Rini. No había dudas.
Salió corriendo de la cafetería hasta alcanzar su auto. Al parecer su propuesta sería totalmente diferente a cómo la imaginó.
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.Serena miraba impaciente la puerta del horno.
¿Cómo podía demorarse tanto en hacer un budín? Consultó el reloj, deseaba que las manecillas avanzaran mágicamente, pero eso no sucedería. Resignada, se echó en el sofá, tomó el control remoto y encendió la televisión. Sería una espera larga.
Lita le había dado una receta de budín de arandonos. Le explicó detenidamente cómo hacerlo, parecía bastante fácil. Quería regalárselo a Darien, pero quería que estuviera delicioso, humedo y tierno, no como las galletas carbonizadas que siempre le obsequiaba.
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¿Dulce Espera?
Hayran KurguDarien no sabe cómo pedirle matrimonio a Serena, pero todo se acelera cuando escucha una conversación ajena.