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Todo el salón de clases se me quedó viendo.

¿Qué no tenían otra cosa qué hacer?

Sin embargo sólo me dispuse a escuchar sus murmullos.

El típico "¿No era un Omega?" Resonaba entre las conversaciones.

Quise reír, pero me contuve al ver su cara la manera en que volteó a mirarme.

Enrojeció y yo le sonreí apenado.

-Muchachito, tú y yo hablaremos después de clases -Dijó y temí por mi alma.

Asentí y me senté al lado de Dahyun, al reconocerla en el fondo.

Genial, el maestro Bang también era mi predestinado.

Decidí verlo detenidamente calculando su edad. Parecía tener unos 24 mientras yo apenas tenía 17.

Al menos sólo me faltaban medio año y sería libre.

Bueno, libre no.

Tendría obligaciones en la empresa de mis padres.

Pero ustedes entienden.

Sin saberlo, la clase pasó rápido y ahora estaba el salón casi vacío con el profesor Bang Chan ordenando su maletín.

Tragué duró y tomé mi mochila mientras me dirigía a él.

—Lee Minho, ¿no? –Preguntó viendo la lista de asistencia, a lo que yo asentí.

—No estés nervioso, alteras de igual manera a mí lobo y no dejas que tú embriagante olor fluya en el aire –Soltó algo avergonzado, no obstante comportándose como el adulto que era.

Y éso hice, me calmé.

Empezamos a caminar.

Poniendo cierta distancia por estar aún en la institución.

—¿Vamos a comer y ahí hablamos mejor? –Preguntó y en cierta forma era más una orden.

La acate y comenzamos a caminar (poniendo cierta distancia) por las calles al estacionamiento.

Cuando entré en el asiento del compañero del copiloto, el profesor Bang se quedó ahí parado sin meterse a su respectivo asiento como el conductor.

—¿Ocurre algo? –Pregunté algo incómodo al darme de cómo tenía su mirada fija en mí y en mis brazos.

—Es.. extraño, ¿sabés? –Balbuceó y no se me vino nada a la mente sobre a lo qué podría referirse.

—Sí te pido algo, Alfa, ¿No te molestas o incómodas? –Trató de buscar las mejores palabras mientras se ponía rojo.

Instantáneamente me quedé en blanco.

¿A qué se refería?

Asentí encogiendo me de hombros.

—Nunca me enojaría con usted profesor Bang –Solté y me dí cuenta de cómo éste dejaba caer sus orejitas de lobito por lo triste que había sonado decir eso de mí.

—No me trates de usted ni como tu profesor... –Hizo un puchero y no pude evitar caminar a él y abrazarlo.

—Ésto podría meternos en problemas –Habló tristemente y entonces me alejé cautelosamente.

—¿Entonces..? ¿Qué era lo que querías decirme?

—¿Puedes manejar...? Siempre soñé con que mi Alfa lo hiciera y pues...., sé que es extraño, sino quieres yo lo voy a entender, no tienes porqué hacerlo, yo-

ALPHA                                                     Minho HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora