𓂀 𝔸𝕝𝕡𝕙𝕒 𝔻𝕒𝕕𝕕𝕪 𓂀

Episode 4: "Transformación"

Cuando al día siguiente Jimin me llevó a la tienda de ropa de alta gama, me quedé de piedra.

-Puedo elegir cualquiera de las prendas de aquí.

Jimin asintió con la cabeza.

-El primer paso del cambio de imagen es cambiar lo que llevas puesto. Ya no puedes vestirte como una prostituta callejera.

-Lo sé, necesito tener un buen aspecto para ti.

La sombría mirada de Jimin estaba fija en mí.

-Esa es solo una de las razones. Tengo que asumir la responsabilidad de nuestro trato y convertirte en una esposa elegible del futuro Alfa.

Los ojos serios de Jimin me hicieron tragar saliva.

-Cuando terminemos de comprar, ¿qué será lo siguiente?

-Te enseñaré modales en la mesa para que puedas actuar correctamente en las fiestas.

-Bueno, los lobos sois bastante nobles y tenéis bastantes modales.

Me acerqué a una hilera de ropa lujosa y elegante, y me fijé en el precio que tenían.

-Dios mío, ¡tres mil dólares!, es decir...suficiente para alimentarnos a Jhon y a mí durante un año.

Jimin levantó una ceja.

-Oh, no, ha estado comiendo más desde que cambió asi que probablemente seis meses.

Jimin me miró fijamente un momento, con ojos complicados.

-Mujer, deberías alegrarte de ser mi compañera.

-Si me siento muy afortunada, al fin y al cabo, puedo llevar seis meses de comidas en mi cuerpo.

Una dependienta caminó hacia mí y me observó con desprecio en el rostro. Entonces sus ojos se posaron en Jimin y se acercó a él con una sonrisa.

-Señor, ¿en qué puedo ayudarle?

<<Mira sus grandes tetas, casi presionaban a Jimin>>.

Jimin frunció el ceño y no dijo nada.

Miré su impaciencia y me acerqué apresuradamente para cogerle del brazo, tirando de él.

-Oye, ¿te pasa algo en los ojos?, el no necesita tu ayuda a quien deberías ayudar es a mí.

La asistenta frunció el ceño y volvió a barrer mi vestido, todavía desdeñoso.

-Lo siento, no se cómo ayudarte. A juzgar por tus gustos, ninguna de las prendas de nuestra tienda te quedan bien.

<<Vale, ¡está mujer se ha pasado totalmente de la raya, como está empeñada en seducir a Jimin, frustraré sus sueños. Tengo que hacerle saber que Jimin es mi prometido por las malas>>.

-Es así, pero este caballero al que intentas ayudar es mi cliente.

La mirada de Jimin se enfrió.

- ¿Un cliente?

Creció el desprecio en la cara de la dependiente. Probablemente dije algo estúpido que podrían malinterpretarse fácilmente.

-Si, ahora mismo estamos en medio de un acuerdo, ¿no?

Jimin frunció el ceño.

-Mujer, cuida tu lenguaje, no soy tu cliente.

Jimin escogió unas cuántas prendas de una hilera de ropa y me las lanzó.

-Ve a probártelos.

-Vale, señor.

Cogí la ropa que había elegido Jimin y entré en el probador. Me dí cuenta de que cada uno de los vestidos eran ridículamente caros y todos me quedaban realmente bien.