—No sé qué hacer, Rubia. Ya estoy cansada de que cada vez que lo intento, elijan a alguien más —le digo mientras veo cómo el sol comienza a bajar. Estamos sentadas en una manta en el jardín de mi casa. Vino a despedir el fin del verano, ya que en unos días volveríamos a la facultad y, al tener carreras distintas, se nos complica vernos.
—Capaz estás poniendo el enfoque en la persona incorrecta. Es hora de que cambies de estereotipo, Juli. Terminá de conocer a esa persona, mirá cómo te trata y si te respeta o si es un idiota. Dejá de entregar el corazón así de fácil —me dice mi mejor amiga sentada enfrente.
— ¿Qué quieres que haga? Con la facultad, siempre estoy encerrada estudiando y no tengo tiempo para salir —le digo, ya ofuscada, porque siempre cree que todo es tan fácil como salir y mágicamente conocer al amor de tu vida. ¡Ojalá fuera así!
—Hay otras formas, pero si seguís detrás de esos libros, nunca vas a encontrar a nadie. Además, en el mundo real, y no solo en Wattpad, hay hombres buenos —me dice resignada. Un poco la entiendo, esta charla la hemos tenido más de cien veces. Pero, en mis libros, los hombres son perfectos. En la vida real, todo es conformarse con el que menos idiota te parezca. ¡Ojalá hubiera un Jack Ross o Luke en el mundo real! Pero no, no los hay.
—Vicky, sabemos que eso no pasa. Literalmente vivimos en una sociedad que ha apagado sus sentimientos. La palabra "amor" es como decir "COVID-19". La mayoría de los hombres te utilizan, te mienten y ambas sabemos que no pueden mantener nunca su miembro en un solo agujero —le digo enojada. Ya me cansé de los hombres. ¿Dónde carajo están los varones? (Los romanos creían que estos últimos eran honrados y virtuosos, distintos a los hombres) Pero parece que se extinguieron con esa civilización.
—No todos son así, amiga. Hay chicos buenos, solo hay que buscarlos. Mira a Oriana Sabatini; después de Julián Serrano, llegó su chico bueno, Dybala.
La miro como preguntándole qué carajos dice. Claramente, yo no soy Oriana Sabatini. ¡Ojalá! La cantidad de problemas que me hubiera ahorrado. Mi amiga siempre cree que habrá alguien mejor y que no todos los hombres son iguales. Ahora ella estaba en pareja y está en la etapa donde el amor llena su vida. No me malentiendan, me alegro por ella. Es un buen chico a comparación de los Homo-erectus con los que salió antes. Me cae bien y me pone feliz que ella esté bien con él.
Yo no tengo esa suerte. Mi vida se basa en fracaso tras fracaso en esa área, a tal nivel que un día simplemente me cansé y decidí alejarme de las relaciones por un tiempo. Me tomé ese tiempo para conocerme y aprendí muchas cosas de mí. Pero me gustaría compartir esa soledad con alguien.
Solo quiero ir al parque, tomar unos mates hasta que el día se evapore. Que vayamos los domingos a la montaña y veamos las estrellas en el cielo. Ir a ver distintas bandas de rock y cantar hasta que las cuerdas vocales nos pidan pausa. Lamentablemente, en esta sociedad se buscan cosas distintas a lo que pido.
—Ambas sabemos que eso conmigo no pasa, me sigo topando con idiotas —le digo ya cansada y veo cómo su mirada de repente se ilumina.
—Me enteré hace unos días de una app que es para encontrar pareja. ¡Es justo para vos! No necesitas salir de tu casa y podés seguir metida en tus estudios, pero vas viendo opciones.
—Vos ya perdiste la cabeza. ¿Un mercado de hombres? ¿Es en serio? Amiga, me podrían secuestrar o imagínate con qué clase de payasos me puedo encontrar. No hay posibilidad alguna de que yo entre ahí.
—Inténtalo, no tienes que dar tu dirección o número de celular. Dale, Juli, ¿qué pierdes intentando? La hermana de Mati la usa y dice que es buena —me dice mientras me mira con los ojos del gato con botas.
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El chico del parque
Teen FictionAmar es un verboide de primera conjugación. Pero; ¿qué significa realmente? Lo único que yo conozco del amor es lo que he visto en los libros. Sé que Romeo se mató cuando vio a Julieta muerta, qué Madame Bovary miraba la ventana en la espera de un a...