Capitulo 7

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Ha sido una semana larga y llena de acontecimientos. Parece que estoy escribiendo mi propia telenovela, pero hay días en los que Dios no me elige como su favorita. ¡Bah! Me elige, pero como su favorita para las catástrofes. Les doy contexto... En primer lugar, no he dormido nada porque tuve diez entregas de trabajos prácticos y las horas no me alcanzaban. Siempre termino dejando todo para el último momento porque con adrenalina funciono mejor... o eso elegía creer. En segundo lugar, me aburro, y eso es peligroso porque cuando me aburro tiendo a meter la pata. Por eso, hoy sábado trece de agosto a las cinco y media de la mañana, aún no puedo pegar un ojo. Me aburrí y la cagué... mañana tengo una cita.

Así como se escucha: una c-i-t-a. No sé por qué creí que podría ser una buena idea. A ver, me siento mejor y estoy mucho mejor de ánimo que hace tres meses, pero creo que me adelanté. No sé si estoy lista para esto. ¿Y si le cancelo? No... Kasia, Nerissa y Victoria me matarían. Lo peor de todo es que es de la aplicación que me dio Victoria. Ahora no sé si mañana me secuestrarán o no. Ninguna pudo acompañarme, pero yo no se lo voy a hacer tan fácil al secuestrador. Le dije que nos viéramos en el parque, aunque me quede a una hora y media de mi casa, es un lugar lleno de gente. Alguien tendrá que escuchar mis gritos... sino, soy pollo frito.

Ya tengo la ropa elegida, bueno, me la eligieron mis amigas de la secundaria, además, Kasia y Nerissa dieron el visto bueno. Es un pantalón de jeans que no me permite sentarme pero me queda bien, una camiseta sin mangas lila que no es de mis favoritas, pero el color se me ve decente, y una chaqueta de jeans verdecita con flores. Seguro me dejo el pelo suelto y me hago unos rulos. Estoy muy nerviosa, no tengo una cita desde hace cinco años o más. No es mi estilo, ¿qué le pregunto? ¿Qué tengo que decir? Tengo más de ocho personalidades dentro de mí y es mucho contenido almacenado. ¿Y si le doy miedo? O, ¡¿y si no le gusto en persona?!

Lo peor es que en esto me metí yo solita... si tan sólo hubiera seguido aburrida y feliz, mañana no me hubieran secuestrado. Me giro a ver la hora en mi celular, son las cinco y media de la mañana... tengo que dormir algo, sino mañana tendré unas ojeras imposibles de tapar. Cierro los ojos y trato de poner la mente en blanco. Empiezo a contar (esto me ayudaba cuando era chica y sufría de insomnio): 1..., 2..., 3..., 4..., 55..., 87...

Llanto. Escucho un llanto lejos... trato de acercarme pero cada vez está más lejos. Corro por todo el jardín mientras escucho a una niña que me grita para que me detenga, pero no puedo... debo alcanzar a la persona que llora... La veo... ya estoy por llegar al árbol donde se refugia...

- ¡Julieta Rivas, ya sé que es domingo y toda la chirola, pero son las doce del mediodía! -me grita mi madre desde la puerta, despertándome. Me dan ganas de corregirla y decirle que se dice "es mediodía" sin la hora, pero cuando me dice la hora, me levanto como alma que lleva el diablo. A las 16:00 tengo mi "cita" y tengo que bañarme, 'arreglarme la carita' y peinarme.

Le doy un beso a mi madre mientras agarro mis cosas para bañarme. Termino de bañarme gritando por todo lo alto que soy una bad bitch y nadie puede conmigo. Porque, además, soy un tiburón y no una mojarrita miedosa. Me maquillo lo más rápido que puedo, me termino de secar el pelo, aunque me queda aún húmedo. Tengo mucha cantidad de pelo, así que mientras le doy una segunda pasada, le voy pasando la plancha. Al terminar, me como un sándwich y salgo corriendo a la parada del micro. Todo esto mientras soy observada con burla por parte de Teo y Matilde, y con recelo de mis papás. Ellos están emocionados con la idea de que la hija deje de ser una solterona, pero les molesta que no les permita venir. Llega justo el microbús y le mando un mensaje de que ya me tomé el autobús.

Yo:
**15:30**

-¡Ey! ¿Cómo estás? Ya voy en camino,

El chico del parqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora