Mientras tanto, en el parque Saint James, Anathema, Belcebú, Maggie, Erick y Adam esperaban impacientes la llegada de los demás. El cielo se había oscurecido y se podían ver relámpagos y truenos. El aire estaba cargado de tensión y miedo.
Adam recibía la mirada acusadora de Belz no de una forma de culparlo de todo lo que pasaba, en realidad era algo irreversible, incluso con muchas intervenciones ya sea por parte de Azirafel o de Crowley también por parte de Gabriel y Belz no serviría de mucho de todas formas la destrucción y la guerra entre el cielo y el infierno era algo que debe suceder sí o sí.
Belz lo sabía tanto ahora como en el pasado aún seguía siendo una interrogante, lo poco que sabía antes de la caída involucraba a un príncipe celestial y a un querubín, eso era lo poco que tenía conocimiento en realidad en ese entonces donde aún podía disfrutar de sus alas, ahora lo más cercano a sus alas era Gabriel que le daba el impulso de ser ella misma y de ser comprendida por eso se enamoró de Gabriel además que le resulta adorable la inocencia que tiene por la humanidad algo que le pareció encantador desde el momento que lo vio en el pub.
-¿En serio eres el anticristo?-pregunto Maggie al ver a que Adam no parecía en nada a las descripciones de la biblia-es que bueno, no pareces tener cuernos o cola.
-Mi padre es el rey del infierno si tiene esa apariencia, en cambio, yo soy parte humano, por lo que mi naturaleza es como la de un humano si es lo que deseo.
-Oh, bueno sí, pero no pareces malvado como pensé que serias, al contrario, eres amable y no tienes interés por controlar el mundo.
-No me interesa gobernar el mundo o la destrucción es demasiado trabajo, ya tengo suficiente con mis estudios, mis amigos y mi familia.
-¡Oigan! Encontré algo en las profecías-declaro Anathema.
-¿Qué encontraste?-se acercó Erick a la ocultista.
«La salvación del ser al verse amenazado por sus enemigos al romper el corazón de un ser se revelará como salvación del mundo.»
-¿Se refiere a Gabriel a David?-la preocupación de Belz se hizo presente al arrebatarle la carta a Anathema-si es así no debe enfrentarse al cielo o al infierno si es una forma de ganar no puede ser justo.
-No hay otra carta-Maggie se sentó junto a Anathema tomando otra carta.
«Confiar en el ser porque su revelación se decidirá el destino del mundo.»
-Dice casi lo mismo-le entrego la carta a Belz-tal vez podría ser otra persona igual de un ser angelical.
-Y si no se puede evitar-la expresión y la voz de Belz mostraba rendición-la primera vez funciono por un corto tiempo y la segunda solo le dio tiempo al cielo para evaluar todo y aun así no lograros mucho.
Era una pena para Erick ver así a su antiguo jefe nunca vio tal vulnerabilidad, sin embargo, no es quién para criticar, después de todo, compartía tal sentimiento de miedo y preocupación al saber que Muriel corría peligro, nunca creyó que se interesaría en alguien más en especial de un ángel tan dulce, encantadora y entusiasta por cualquier cosa ya sea pequeña o grande sin importar como eran.
-Y qué tal si no es Gabriel o David, sino que se trata a Azirafel-intervino Adam-puede ser ¿No es así? Después de todo, cualquier cosa puede pasar.
-Aunque así fuera, Azirafel es un principado.
-No del todo, es el arcángel supremo, por lo que puede ser también ese ser que evite el fin del mundo.
-Vaya...vaya...vaya.
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Mi Pequeña Salvación //Good Omens
FanfictionDespués de que Azirafel tomo la decisión de volver al cielo y dejando a Crowley con el corazón roto no volvieron hablarse pasando 10 meses sin saber nada del otro hasta que Crowley vio como tiraban en un contenedor una bolsa negra encontrándose con...