Las personas cruzan por mi lado sin siquiera notarme, sin darse cuenta que a su paso marcan huellas de contraste.
Una lágrima cristalina va callendo por mi rostro, en ella viajan recuerdos y ella me acompaña en insomnios.
Recuerdo cuando era niña y mis hermanas bailaban con sus vestidos giraban al compás de una balada, ellas reían, cantaban, saltaban y revoloteaban, yo me quedaba en la esquina como una niña olvidada.
Soledad que me acompañas y eres mi única amiga, tú la que me haces sufrir y la que me da despedidas, con el paso de los años he aprendido a apreciarte, contigo aprendí a quererme, contigo aprendí a cuidarme.
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Una Chica Escritora
Short Story¿Por qué no escoger un lugar en el cuál compartir nuestros más sentidos pensamientos?